
Majin Buu: el personaje que evitó el final de Dragon Ball
El plan original de Toriyama para terminar la serie
Durante años, se ha especulado que Akira Toriyama tenía la intención de concluir Dragon Ball al final de la saga de Cell, dejando a Gohan como el nuevo protector de la Tierra. Sin embargo, una reciente entrevista con los editores de la serie en el podcast japonés KosoKoso ha confirmado que la historia continuó gracias a un personaje inesperado: Majin Buu.
Majin Buu y la inspiración para seguir adelante
Según la entrevista, Toriyama había perdido interés en la serie y planeaba cerrarla en cuestión de seis meses. No obstante, durante una conversación sobre diseño de personajes, mencionó su preferencia por crear figuras “redondas y simpáticas con un toque humorístico”. De esa idea surgió Majin Buu, cuyo diseño caricaturesco revivió su entusiasmo y extendió Dragon Ball por más de dos años adicionales.
“Toriyama encontró en Majin Buu la chispa creativa que necesitaba para continuar con la saga.”
Una saga polémica pero con impacto en la franquicia
La saga de Majin Buu ha sido objeto de debate entre los fans debido a su tono más cómico y fantasioso en comparación con arcos anteriores. Sin embargo, su impacto en Dragon Ball es innegable, ya que introdujo algunos de los elementos más icónicos de la franquicia.
- Super Saiyan 3: una de las transformaciones más imponentes de la serie.
- La fusión: que trajo consigo a Vegito y Gogeta, dos de los personajes favoritos de los fans.
- El desarrollo de Vegeta: su arco se cierra cuando acepta su papel como héroe y parte de la familia de Goku.
El legado de la saga de Buu en Dragon Ball Daima
A pesar de las críticas, la influencia de la saga de Majin Buu sigue vigente en la franquicia. Su esencia se refleja en Dragon Ball Daima, donde se retoman elementos mágicos y la presencia de los Majin en la historia.
El impacto de Majin Buu en Dragon Ball
Sin la aparición de Majin Buu, Dragon Ball habría terminado mucho antes, y la franquicia no sería lo que es hoy. Lo que muchos vieron en su momento como un villano ridículo resultó ser la chispa creativa que motivó a Toriyama a seguir desarrollando su obra más icónica.