Vale unos 2500 años.Cita:
¿3000 años? ¿de qué buda estáis hablando?
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Vale unos 2500 años.Cita:
¿3000 años? ¿de qué buda estáis hablando?
Si la alternativa significa una mínima posibilidad de fraude, quizá sea preferible no avanzar a avanzar en la dirección equivocada. No es extraño en la ciencia que surjan personalidades (incluso alguna de reconocido prestigio) que quiera dar la puntada a su Carrera con un hallazgo sonado, y que luego se descubra el pastel.Cita:
Hay experimentos que no pueden hacerse por el método del doble ciego simplemente porque para hacerlos se necesita tener en todo momento la referencia de los objetos con los que se experimenta, y esta sencilla cuestión sigue sin resolverse, porque el rigor científico no acepta ninguna otra alternativa. Eso simplemente no es avanzar con cautela; sencillamente es no avanzar.
El escepticismo es algo que nunca sobra en la investigación científica, empezando por el escepticismo del propio investigador. De hecho, en la parte de los vídeos de la mujer con conciencia durante la experiencia cercana a la muerte, se podría dar el caso de que simplemente estuviera mintiendo y fuera todo un montaje.
Sin experimentos bien hechos, la sombra del fraude siempre pende de la información que se da. Y, en cualquier caso, en este tema, el doble ciego es perfectamente aplicable.
Mars, yo te entiendo perfectamente, de verdad, pero ¿cómo harías un experimento de doble ciego con esa señora? ¿La volverías a anestesiar en otras circunstancias, en otro lugar, perfectamente controlada? ¿Y luego qué? ¿Esperarías a que volviera a tener esa experiencia? Supongamos que por un momento la señora no miente, en realidad tuvo esa experiencia, y fue de manera fortuita. ¿Qué pasaría si no vuelve a tenerla? Automáticamente, se abandona el experimento, y científicamente hablando, es un fraude con mayúsculas. A otra cosa mariposa. Desde luego, estoy contigo: antes de nada, probaría a obtener explicaciones con los medios que tengo a mi alcance, usando la lógica, pero es que mi lógica también me dice que el método de doble ciego, tampoco me sirve, y que sigue habiendo cosas inexplicables por la ciencia. Entiendo el escepticismo, y más si hay anormales que se dedican a llamar la atención o a aprovecharse de vete a saber qué, pero cerrar todo tipo de puertas a cal y canto, tampoco me parece la mejor opción.
Hablas del escepticismo del investigador. No soy científica, tampoco soy investigadora, pero me gusta curiosear, y precisamente mi escepticismo ahora es para con esos científicos tan majos en los que creía al principio, y que afirmaban tan categóricamente sus verdades universales. Supongo que pasa como con todo: en cuanto pillas algo en un renuncio, ya todo es tachado de lo mismo. Tal vez las cosas no son blancas o negras. Hay muchos matices.
Pues aquí el experimento no sería replicado con la misma persona, sino colocando objetos aleatorios (aquí es donde entra el doble ciego, colocar algo que ni el investigador ni el paciente sepan en que consiste, quizá una pantalla con una secuencia de números aleatorios -o frases sacadas de algún libro, qué sé yo- colocada de cara al techo, pegada a él) de forma que, si realmente está experiencia es reproducible, se supone que más de una persona que se quede muerta en la sala podrá ser capaz de decir a posteriori cuál era la clave de ese día (o incluso, de esa hora), algo que no se pueda haber escuchado ni antes ni después de haber vuelto al mundo de los vivos. Por de pronto, nunca se ha podido probar ni replicar nada así en experimentos controlados.
Nadie dice que sea un experimento fácil, pero tampoco nadie dijo que fuera a ser fácil.
Recapacitando un rato sobre el tema. Si realmente nuestros cerebros (o los sistemas nerviosos en general) pudieran funcionar directamente con un mapa de realidad, dudo mucho que nuestros cuerpos hubieran desarrollado la molestia de tener órganos sensoriales.
Sobre el vídeo, y sin afán de querer dar una explicación a lo que cuentan que ocurrió, también quería añadir que, aunque le tapes las orejas a alguien, una persona puede seguir oyendo (peor, pero sigue oyendo) a través de la resonancia de los huesos craneales (ahora mismo estoy oyendo todo el jaleo de casa a cuatro cuartos de distancia y llevo puestos cascos con música bastante fuerte).
Mars, en el vídeo, lo que intentan decir, es que cuando una persona escucha algo, sus ondas cerebrales registran un movimiento. Y precisamente, lo que hicieron era anular cualquier movimiento cerebral para poder operar. Eso, científicamente, es posible (en teoría). Pero podrías decirme que siempre quedan residuos, o que la máquina no es infalible, etc. Buscaremos explicaciones que nos parecen lógicas, pero de aquí, de lo que conocemos, de lo que controlamos. Una hormiga, se relaciona con otras hormigas. En cuanto un humano destruye un hormiguero, la hormiga no puede pensar vaya, esa mano de ese tío, ha destruido mi hormiguero. Ni siquiera tiene conciencia de lo que es una mano, ni una persona. Nosotros tampoco somos infalibles, es más muchas veces pienso que somos peores que las cucarachas. No hay más que mirar cómo se mueve el mundo. Esto es un desastre. Vaya, cuanto negativismo acabo de soltar. Es que estoy cansada.
Respecto a lo del mapa de realidad, si das por sentado que tú sistema nervioso se mueve por un mapa de realidad, darás por sentado que tus órganos sensoriales son una quimera, no existen. Todo lo que percibes, tu conciencia, te engaña. ¿Quién sabe?
Ya he dicho que no trato de desmontar lo que dice el vídeo, sólo era un apunte sobre el tema del sonido. De hecho, es más fácil que sea todo un timo que el que realmente hayan hecho la prueba y hayan fallado cosas.
Pero ya qué estas con las hormigas, es un buen ejemplo de comportamiento emergente de las estructuras complejas. Desde mi punto de vista, la complejidad de la estructura del cerebro es lo suficientemente enrevesada como para qué la conciencia no necesite de ayudas cuánticas para existir.
Alguna vez, he leído algo sobre la bioquímica del cerebro. Me dio mucho qué pensar, porque me pregunté qué parte de lo que pienso corresponde al desencadenante de hormonas, neurotransmisores, etc. En psiquiatría, hay muchas enfermedades que determinan el pensamiento (la esquizofrenia, por ejemplo). Neurotransmisores como la serotonina, y un mal funcionamiento de ésta, pueden producir variaciones de comportamiento. El enamoramiento no es sino otro chorreo de drogas por todo el organismo. Y eso que son drogas naturales. Las externas producen otro tipo de comportamiento. No da miedo, pensar que eres parte de lo que tus drogas producen? Qué serías sin ellasí
Yo también me lo he preguntado muchas veces, sobre todo en períodos de desorden mental (bajones, euforia, calentones, recalentones, etc). Más que miedo, me produce tranquilidad saber que los estados de ánimo son altamente producto de estas combinaciones, por lo que (por ejemplo) si estoy de bajón, puedo racionalizar ese estado y saber que se me pasara en un par de días (sobre todo si cuido mis horarios de sueño y lo que como) o, si estoy de recalentón, basta con desrecalentonarme para volver a ser plenamente dueño de mis actos.
También sirve para entender mejor a otras personas cuando están pasando por períodos determinados de ánimo, así como para entender que cada persona siente el mundo y lo piensa de forma distinta, por lo que hay sitio para todos y ninguna perspectiva (irracional, me refiero) es, a priori, mejor que las demás. Con lo que se desprende que, puestos a elegir, siempre podemos elegir tratar de ser felices.
[Cuanto daño hace controlar los instintos.
Controlar no, hombre. Hacerles caso, hacerles caso. Ea, que voy a estar unos días en art futura. Sus dejo deberes (hay cosas chulas): el ancho de banda de los sentidos en los seres humanos | microsiervos (ciencia). cómo detener el tiempo | microsiervos (juegos y diversión). on intelligence | microsiervos (ciencia).
(Esta última entronca con lo de la conciencia, pero desde un punto de vista biológico).
Un extracto de este último:
Pero solo el ser humano alcanzó la capacidad más diferenciadora de todas: desarrollar profundamente el lenguaje. El lenguaje nos permite intercambiar de forma práctica y rápida nuestras memorias (recuerdos y patrones) con otros seres de nuestra especie. Y no sólo durante nuestra vida, sino a través de generaciones.
Y volvemos a la importancia del lenguaje y a nuestra obligación de usarlo bien para transmitir bien lo que queremos expresar.
Mars no sé dónde leí: U. Cuando se bien hay tres interpretaciones, lo que dices, lo que quieres transmitir, y lo que interpreta el oyente.
Vamos que parece que el lenguaje no es para entendernos, si no para confundirnos.
Estoy leyendo on intelligence y estaba absorta hasta que he llegado a un párrafo que me ha parado en seco: No hay comentarios. El libro sí explica en cambio cómo encajan en su teoría algunas enfermedades relacionadas con el cerebro (como la sinestesia o incluso la curiosa anterógrada amnesia que sufre el protagonista de memento).
La sinestesia no es una enfermedad. De hecho, la mayoría de la gente es sinestésica, lo que pasa es que no lo sabe. Yo desde siempre veo los números y los clasifico en colores. También veo los días de la semana en colores, y los meses del año. Las notas también tienen colores. Para mí siempre ha sido de gran ayuda, porque todo lo tengo clasificado y ordenado en mí cabeza de este modo. Es una sinestesia leve, que aporta más ventajas que inconvenientes. Hay gente que oye los colores, o que saborea las notas, o toca sabores.
Ah, y mañana es viernes, y viernes es rojo.
Disiento, viernes es verde, de toda la vida, rojo es el sábado, pero oscuro. De hecho, creo que yo relaciono cosas no sólo con colores (o con tonos de gris, creo) sino con la inicial de la palabra, o cómo suena esta al pronunciarla. Aunque eso ahora no me pasa tanto como cuando era crío.
Para mí el sábado es azul claro. Sí, de me pasaba más también, o a lo mejor le prestaba más atención.