En Trutnov, una ciudad checa, el artista Chochola ha presentado una instalación de doce esculturas de gran tamaño impresas en 3D utilizando concreto. Este trabajo, titulado Las Virtudes y los Vicios de Nuestro Tiempo, combina influencias clásicas y modernas, haciendo referencia a ciclos artísticos históricos mientras incorpora las últimas tecnologías en la creación de arte.


Esculturas que desafían los límites del diseño

Cada una de las esculturas impresas en 3D tiene entre 3 y 4 metros de altura y pesa aproximadamente una tonelada. Estas piezas están inspiradas en una mezcla de estilos arquitectónicos y artísticos, desde el arte clásico hasta el cubismo, el brutalismo e incluso la ciencia ficción. La forma de estas esculturas recuerda a las ruinas de templos antiguos o piezas de ajedrez gigantes, pero con un toque futurista.

Tecnología de impresión 3D en la creación de arte

El proceso de fabricación de estas esculturas utilizó una avanzada tecnología de impresión 3D en concreto, con varias innovaciones técnicas. Para lograr formas geométricas complejas, el equipo incorporó agregados de arcilla ligera como soporte. Las esculturas fueron impresas en varios segmentos, tanto horizontal como verticalmente, y luego ensambladas. Además, elementos como vidrio, pigmentos y bronce fueron añadidos manualmente para darles un acabado único.

Esculturas con carácter y simbolismo

Entre las doce esculturas de la instalación, encontramos títulos como Maza I y II, Anémona, Totem, Neumáticos, Brutalista, Cubista, Basalto, Baobab, Picasso, Espíritu del Árbol y Meteorito. Cada una de ellas posee una personalidad única, influenciada por diferentes estilos y culturas históricas. Según Chochola, estas esculturas no siguen una narrativa lineal, sino que están impregnadas de una mezcla de virtudes y vicios, creando una especie de cóctel visual y simbólico.

Un futuro para el arte en el espacio público

La instalación se encuentra actualmente en una galería de un antiguo complejo industrial que ha sido transformado en centro cultural. En un futuro, se planea reubicar estas esculturas en un espacio público, donde podrán interactuar con la arquitectura y el entorno de forma permanente, ofreciendo una nueva forma de arte accesible a todos.