1 Archivos adjunto(s)
La vida secreta de los objetos cotidianos en 3D
Un proyecto de animación 3D revela la poesía escondida en los artículos domésticos que nos rodean cada día. Lo que parece un simple cortometraje se transforma en un viaje imaginativo donde los objetos comunes cobran vida de formas inesperadas y sorprendentes.
Transformación de lo ordinario en extraordinario
Una cuchara abandona su función habitual para convertirse en un tobogán plateado para caracoles. Una escoba deja de barrer el suelo para dibujar constelaciones con motas de polvo. Hasta una taza agrietada encuentra nuevo propósito como refugio de un bosque tropical en miniatura. Cada objeto revela una personalidad y potencial oculto bajo su apariencia mundana.
Técnica al servicio de la fantasía
El cortometraje logra un equilibrio único entre precisión digital y calidez artesanal. Los materiales cobran vida con un realismo asombroso: telas que fluyen como agua, porcelana que se rompe con fragilidad cristalina, vidrio que refracta la luz con magia tangible. Esta atención al detalle convierte cada escena en un pequeño milagro técnico y artístico.
Un lenguaje visual sin explicaciones
La obra destaca por su capacidad de comunicar sin palabras. No necesita diálogos ni narración para transmitir su mensaje. La textura pixelada del óxido en una grapadora o los pliegues imperfectos de una pantalla de lámpara hablan por sí mismos, creando una sensación de autenticidad que conecta directamente con el espectador.
La colaboración creativa
Sebastián Marek, responsable del diseño y animación, junto con Giovanni Dubini en la música y efectos de sonido, han creado una simbiosis perfecta entre lo visual y lo auditivo. La banda sonora complementa y amplifica las transformaciones en pantalla, añadiendo capas adicionales de significado y emoción.
Una invitación a mirar diferente
El verdadero logro de este trabajo no está solo en su impresionante ejecución técnica, sino en su capacidad para cambiar nuestra percepción. Como sugiere el cortometraje, si un tostador puede soñar en polígonos, quizás nuestras cocinas escondan universos por descubrir. Esta obra nos recuerda que la creatividad no requiere elementos extraordinarios, sino una mirada nueva sobre lo que ya tenemos frente a nuestros ojos.