Cornelius salta de la caja de cartón al mundo real
Cornelius, el gallo de Kellogg’s que muchos recuerdan por su silueta sonriente en cajas de cereales, ha dado un paso inesperado. Literalmente. En la nueva campaña publicitaria, el ave se sacude las plumas planas y se lanza al mundo real con un aspecto tan detallado que más de uno se ha preguntado si también cacarea al amanecer. A través de efectos visuales dignos de Hollywood, este personaje animado ha sido transformado en una versión fotorealista que parece lista para picotear migas en la encimera.
Ni muy real, ni muy dibujo
El reto para el equipo de efectos especiales no era pequeño: ¿cómo hacer que un gallo de cereales se vea real sin dejar de parecer el gallo de cereales? La clave estuvo en mantener su silueta inconfundible, sus colores icónicos y esa mirada que dice despierta, hay desayuno, mientras se le añadía una capa de realismo con plumas que se mueven al viento y expresiones faciales que podrían competir con las de un actor de telenovela.
No todo son plumas y glamour
El proceso técnico fue todo menos automático. Desde simular cada pluma como si fueran actores con contrato, hasta ajustar los músculos faciales digitales para que Cornelius pueda alzar una ceja invisible, el equipo dedicó horas a que cada detalle encaje con el entorno real. Integrar al personaje en escenarios con objetos físicos fue como lograr que un pingüino se mezcle en una convención de flamencos: posible, pero requiere truco.
¿Por qué hacerlo? Pues, ¿por qué no?
Resucitar a una mascota clásica con tecnología moderna no es solo nostalgia con esteroides digitales. Es también una forma de conectar generaciones: los que crecieron viendo a Cornelius plano como una tostada, y los nuevos espectadores que creen que todo personaje tiene versión en alta definición. La campaña no pretende vender solo cereales, sino un momento de la mañana donde lo conocido se reinventa, sin perder el sabor de antes.
Lecciones que deja un gallo digital
- Los personajes clásicos pueden evolucionar sin hacerse irreconocibles.
- El CGI no está peleado con la ternura.
- Nunca subestimes el poder publicitario de un gallo bien animado.
- Despertar con cereal es mejor si te saluda un ave que parece haber salido de una película de Pixar.
Cita digna de nevera: No todo lo que cacarea es de corral. A veces, es de computadora.