Una ciudad animada donde todo es posible
En el corazón de un mundo donde los edificios parecen salidos de una competencia de esculturas de helado derretido, se encuentra una ciudad que no teme combinar lo imposible. Torres en espiral, rascacielos en forma de hoja y una alcaldía con fachada de montaña rusa conviven como si fueran parte de un rompecabezas ensamblado por un decorador indeciso. Aquí no hay dos construcciones iguales, y la planificación urbana parece haber sido decidida durante una partida de bingo.
El epicentro de la actividad hay más carteles que calles
Justo al frente, una torre cilíndrica está tan decorada con anuncios que ni el vecindario más comercial del planeta podría competir. Se anuncian conciertos, donas del tamaño de ruedas de tractor y una estrella pop llamada Gazelle, que al parecer ha ganado el derecho a ocupar más vallas publicitarias que las señales de tránsito. Todo esto convierte al centro de la ciudad en un desfile constante de luces, colores y curiosidad colectiva.
Cuando el Ayuntamiento parece una nave espacial
En el centro, el Ayuntamiento luce como si estuviera a punto de despegar rumbo a Saturno. Con su estructura azul brillante y picos decorativos, nadie sabe si allí se firman documentos o se lanzan cohetes. Lo cierto es que es difícil tomarse una multa en serio cuando te la entregan en un edificio que parece diseñado por un equipo de diseñadores gráficos sin frenos.
Arquitectura por zonas... o por capricho
Cada barrio parece seguir una lógica distinta. A la izquierda, edificios de estilo moderno, rectilíneos y curvos como si estuvieran derritiéndose; a la derecha, montañas artificiales que hacen pensar si no están escondiendo una montaña rusa; al fondo, estructuras con forma de botella de perfume gigante. Es como si cada constructor hubiera recibido la misma instrucción. Haz lo que quieras, pero que no se parezca a nada.
Cosas que puedes encontrar en una caminata normal
- Quien se aventure a caminar por esta ciudad podrá encontrarse con:
- Farolas verdes con forma de bastones de caramelo
- Jardines tan floridos que parecen haber firmado contrato con una tienda de tarjetas
- Habitantes con estilo urbano muy particular (incluyendo uno que juró haber visto un ratón con traje y maletín)
En esta ciudad, nada está donde se espera... y eso parece ser el punto. Un lugar donde la arquitectura no pide permiso a la física y el diseño urbano hace reír a los ingenieros. Porque cuando todos los estilos se mezclan, la única constante es la sorpresa. Como dijo una visitante en una terraza: Aquí cada esquina parece el final de una película diferente. Y quizá por eso nadie quiere que termine.