Art futura crónica y opinión
Voy a tratar de describir cómo nos fue por art futura, y la sensación que me dió todo el evento. Un poco para informaros y un poco para desahogarme.
Salimos de Valencia Feanor, Ernesto y yo en mí coche, a eso de las 8 de la mañana, para llegar a Barcelona (después de dejarnos 20 y pico euros en peajes) a las 11,30. Teníamos una habitación reservada en un hostal de la calle Balmes, muy cerquita de la plaza Cataluña. Bien, preparamos mochilas, dejamos el coche allí y en bus nos acercamos hasta el mercat de les flors. Allí debíamos vernos con bofa, de Animatik Films (uno de mis compañeros de trabajo).
Entramos en el recinto, en la parte del bar, vemos a la gente de Keyton, los saludamos, y Jaime maestro nos presenta orgulloso su sudadera de astroboy (dato relevante donde los haya, ¿eh?) subimos al piso de arriba, donde hay un par de stands de escuelas (IDEP y alguna otra más) que proyectaban trabajos de sus alumnos. Había un montón de gente haciendo cola para algo, y como culo veo culo quiero, nos pusimos también a hacer cola. Era para art futura show, el concurso de trabajos digitales de art futura. Trabajos, mejores y peores, pero todos ellos merecedores del galardón (opinión políticamente correcta). Allí nos encontramos con bofa, y se inicia el período de hastío artfuturesco.
Pues resulta que art futura no es otra cosa que un puñado de pleiestéisions con un eyetoy cada una de ellas, dos stands tercermundistas de dos escuelas locales, y muchas charlas a las que mucha gente no ha podido acceder (y alguna cosa más que estoy seguro que los que fueron por motivos distintos a los míos -Ferriz y cía- Puedan reseñar). Menos teleconferencia y chorradas varias, y habiliten más espacio para que la gente pueda asistir a estas sesiones, ya que es lo único que merece la pena del evento y lo que más atrae a la gente.
Seguimos pululando por art futura, sin saber bien que hacer, porque las opciones son escasas, hasta que se hace hora de comer. Bajamos a un bar que había cerca del recinto, y nos encontramos con Tonpe, Harold, Rmortis y cía, que estaban comiendo en el mismo sitio. Tras la comida y el postre de rigor, de vuelta al mercat, con nuestra moral más bien baja después de lo visto (y después de pagar 9 euros sin saber bien para qué).
La cosa empieza a cambiar cuando nos metemos en la proyección de trabajos de un tal Richard no-recuerdo-el-apellido, pero como nos llama la atención la charla del productor ejecutivo de Filmax, José pozo, cambiamos de sala, y nos colocamos en primerísima fila. Falsa alarma, nos percatamos de que la charla empieza una hora más tarde, pero nos proyectan una selección de los mejores cortos que han pasado por las pantallas de art futura. Todos ellos son un trocito de historia de los gráficos generados por ordenador, y sus nombres resultan conocidos por todos. Y Keyton detrás de nosotros. Y Jaime maestro nos presenta orgulloso su sudadera de astroboy. ¿teníis una ligera sensación de dejá vu?
A la hora, José pozo empieza su charla mostrando unos porcentajes de presupuesto s y recaudaciones en taquilla de los principales filmes de animación estrenados en el mundo, entre ellos, europeos y americanos. La sensación que quiere transmitir es que los europeos (y consecuentemente los españoles) estamos al amparo del mercado americano, que devora cada una de las producciones realizadas en estas tierras sin dejar casi casi huella alguna. Señala con muy buen acierto uno de los problemas que tienen en España las películas de animación nacionales: los horarios. Muchas de ellas (si no la mayoría) padecen el problema de estar únicamente limitadas a horarios matinales o infantiles, no siendo pasadas a partir de las 18 horas. Parece que en España se sigue pensando que, a pesar de todo lo llovido, la animación es exclusiva para los niños.
El tono de esta conferencia fue bastante pesimista (a pesar de que Filmax presentara una producción por año - El cid, pinocho3000 (co-producción), Gisaku, Donkey Xote y nocturna, desde el 2003 hasta el 2006), y si bien el señor Pozo tenía algo de razón, su discurso adolecía, en mi opinión, de un intento de autojustificación ante los posibles errores de sus filmes -guión, recursos técnicos, echando como siempre la culpa a los presupuesto s del proyecto. Evidentemente, esto es un círculo vicioso: la gente buena se marcha fuera del país porque los sueldos de aquí son irrisorios, los sueldos son irrisorios porque los presupuesto s son bajos, y los presupuesto s son bajos porque por parte de los inversores se va a lo seguro.
Casi al final de la charla, me llega un mensaje al móvil de Many, compañero también en Animatik Films y usuario del foro, que transcribo aquí: este tío es un julai. No llores Jose pozo, que vendría a resumir perfectamente el contenido de la charla. Y Many estaba entre el público, con lo cual ya estábamos todos los que quedamos en art futura.
El habernos pillado la primera fila para las proyecciones nos aseguro tener un muy buen sitio para las siguientes conferencias: la que trataba sobre la introducción del juego onimusha3 y la esperada de los animadores españoles en Pixar. Many y susana (¿os acordáis del vinagre de manzana?) se unen a nosotros, y atentos y conmocionados asistimos a la reproducción en pantalla gigante de la mencionada intro. Increíble, soberbia y descomunal. El representante de la compañía japonesa robot (¿director? ¿animador? ¿limpiador de retretesí) nos cuenta con detalle el proceso de la producción de la animación, mostrando videos del proceso de Mocap, y previos del resultado final, obtenido con 3ds Max y Vray. Una conferencia corta (el hombre llevaba todo escrito y bien escrito, y su intérprete no podía permitirse el irse por las ramas), pero intensa.
Y el plato fuerte estaba al caer: la presentación de The Incredibles por parte de Rodrigo Blas y Carlos Baena, esto lo escribo luego, que me están entrando agujetas.