A ver, por partes:
1. Ir a un baño público y mirar al de al lado para comparar puede resultar altamente peligroso. Ningún tío en sus cabales lo haría.
2. Yo pregunto enseguida las direcciones (odio perder mi tiempo perdiéndome yo mismo, y soy muy consciente de mi incapacidad de gestión espacial). Es más, son mis amigas las que me ponen nervioso tratando de encontrar las cosas por ellas mismas en vez de preguntar.
3. Me tengo que imprimir el algoritmo este que habéis puesto para aparcar.
4. Me estreso muchísimo (pero mucho mucho) conduciendo. Lo odio. Sólo me gusta cuando voy por carreteras secundarias conocidas, sin coches, de noche y lloviendo. Eso me relaja.
5. Podría apostar a que la proporción de los tíos que se la miden es similar a la de las tías que intentan chuparse los pezones. Pure curiosity, que diría Jam.
6. Todos somos muy curiosos.
7. ¿cómo habéis acabado hablando de tetas y penes en un hilo sobre conducción?
8. Mambo. Vaya, uh.