Pssh. La blenderitis no existe, pues no es una enfermedad. Es una verdad arrebatadora que toda la comunidad 3d deberá asumir si quiere obtener la salvación.
La verdad es que uno se pasa por la web de la fundación y solo de ver la cantidad de cosas que se están probando simultáneamente para su posterior incorporación, así como la cantidad de maestros que invierten su tiempo y sus ganas en el proyecto, y la ilusión con la que lo hacen. Y ya te entran ganas de colaborar, aunque solo sea dándolo a conocer y promocionándolo a todo el mundo, yo creo que esa es una de las grandes conquistas de Blender y de su revolucionaria manera de organizar el trabajo de las actus.
Una conquista que, por definición, esta completamente vedada a todo lo que signifique software comercial.
Hermanos blenderitas. Tenemos una semilla que esparcir en este mundo de díscolos tresdemaxeros. Aniquilemos sus hereticas creencias. El futuro nos pertenece. El futuro es libre. Un saludo.