Cita:
Bien. Tenemos algo en común: un violinista o un guitarrista (o un pianista o un trompetista, como es mi caso) profesional, lo hace mejor que tú. ¿sabes por qué? Se llama memoria muscular, y es la capacidad de replicar con bastante fineza la misma posición a base de repeticiones. Pero como ves, ahí no hay voluntad. Hay repeticiones, mecanismos.
Es decir, que tú no tocas el piano por voluntad, me gustaría saber porqué lo tocas.
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Y aun así, es imposible que ni en ese caso sean capaces de replicar la misma posición (y con esto me refiero a, por ejemplo, con un átomo de diferencia con respecto a la posición inicial). Ni siquiera las máquinas son capaces de tener una precisión total, porque intervienen multitud de otros factores caóticos.
Veamos, tu intención es que los atómos del dedo sean colocados en las coordenadas x y, z del mundo piano siempre igual? O más bien tu intención es que suene tal acorde, o tal nota? Esa es la realidad que modificas, una canción suena, porque tú voluntad así lo desea.
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Ahora voy a la otra premisa. Nunca he dicho que el ADN lo forma la aleatoriedad, eso lo has entendido mal. He dicho que se ha llegado a la estructura de ADN después de millones de años de combinaciones aleatorias, que es distinto.
Si tengo una o, una, una a y una c, las meto en una bolsa y la muevo, a veces encontraré la palabra copa, otras capo, y la gran mayoría nada en absoluto. Ahora imagina con millones de letras y millones de años en universo turbulento. En el instante en el que lo que salga de esa bolsa tenga un orden determinado, tendrá funcionalidad que le permita valeerse por sí misma y no volver a desordenarse salvo causas de fuerza mayor (destrucción por agentes externos, variaciones internas por errores de transcripción al intentar copiarse, etc). Los seres más básicos con esas funciones ni siquiera serán iguales unos a otros, y cada forma tendrá unas particularidades (a lo mejor son capaces de enlazarse mejor con el oxígeno o con el sulfuro, dependiendo de si están al lado de un volcán o en tierra firme). Conforme sigue moviéndose la bolsa salen otras variaciones, que antes o después se encontraran entre ellas y con las antiguas, e interacciónaran de maneras imprevistas: cogiendo cachos de esas otras palabras por rotura de ambas, sumándola a su propia palabra, o vete tú a saber. Al cabo de mucho, mucho tiempo de las combinaciones sucesivas tenemos desde virus (que tienen arn, no ADN) hasta ornitorrincos, pasando por millones de otras algas, bacterias, diplodocus y humanos que piensan que alguien se puso desde el principio a teclear a un diplodocus porque le hacía gracia.
En resumen: los átomos se combinan al azar siguiendo ciertas reglas físicas de atracción y repulsión, para formar moléculas. Las moléculas se combinan al azar siguiendo ciertas reglas químicas de asimilabilidad, formando estructuras. Las estructuras se combinan al azar según el devenir de los individuos que las portan, fundiéndose o remplazando a otras. Las estructuras forman sistemas (digestivo, respiratorio, neuronal) que vuelven más compleja cada sucesiva generación de individuos. Los individuos se combinan al azar según la población del sexo contrario (o según la disponibilidad de recursos, si se trata de formas no sexuadas). Los grupos de individuos se combinan al azar según la estructura mandataria que haya emergido de ellos. Y los memes se combinan al azar de forma que ponen a prueba la capacidad evolutiva de la especie: los que son más fuertes (o más listos, o se camuflan mejor, o aprenden de los errores y aciertos de los demás) sobreviven y se pueden seguir combinando aleatoriamente. Los que no, bueno, no sé si viste el artículo que puse después de volver, hay un ejemplo ruso muy concreto sobre que puede pasar por seguir ideas felices.
Aún con todo esto, preveo que volverás a decirme en algún momento que sigo sin explicarte quién ha codificado el ADN. Pero bueno, igual a otra gente le viene bien para montarse un marco más general sobre cómo hemos llegado a discutir estos temas en ordenadores, en vez de enviarnos los pensamientos telepáticamente a través de nuestros pelos cuando el resto del mundo duerme para no interferir.
Sigues en la misma, que todos es por combinatoria, pero te vuelvo a decir: