Amén.Cita:
Me quejo de los arquitectos prepotentes profesionalmente hablando, que se pierden más en divagar sobre lo divino y lo humano, que en darte unos planos y/o medios en condiciones para poder trabajar.
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Amén.Cita:
Me quejo de los arquitectos prepotentes profesionalmente hablando, que se pierden más en divagar sobre lo divino y lo humano, que en darte unos planos y/o medios en condiciones para poder trabajar.
Yo he hablado sobre diseño, composición, comunicación visual, tipografía, que no tiene nada que ver con el nivel cultural ni lo borrico que sea uno.Cita:
También se me a adelantado, lo de generalizar como si todos los arquitectos fueran iguales y fueran unos incultos y unos borricos no es demasiado justo.
Vaya, sí, no me expliqué bien.Cita:
Yo he hablado sobre diseño, composición, comunicación visual, tipografía. Que no tiene nada que ver con el nivel cultural ni lo borrico que sea uno.
Yo soy el que decía que son unos ignorantes y unos borricos.
Y sí, seguro que saben mucho de cine francés de los sesenta.
No tengo muy claro que es eso de nivel cultural, realmente, no creo que exista eso en un mundo con televisión e internet.
El personaje de película de Alfredo landa que nunca ha salido del pueblo está en vías de extinción, desgraciadamente.
Vaya, gente que dura es la vida de artista, no se ustedes, pero yo recién me doy por enterada, gente que supuestamente debería estar contento cuando un profesional le encomienda un proyecto, no hacen más que llamarnos toca pelotas, incultos, soberbios, es de temer, ojo señores, pareciera que estamos durmiendo con el enemigo. Que postura tan adolescente, no comulgo con esta idea, pero ya he hablado demasiado y parece que al resto de mis colegas el tema no les preocupa ni de asomo, ya que no opinan. En cualquier caso, solo me queda expresar mi preocupación ya que la imagen que nos representa (a los arquitectos) a los ojos de otras profesiones, deja mucho más que desear, y eso es lo que debería preocuparnos, tratemos de revertirla, no seamos tan soberbios he irreverentes, las cosas en su tiempo y lugar, y sobre todo tratemos de nunca perder el respeto por el trabajo del otro, en eso señores estoy con lo que expresan muchos de los compañeros de este foro. Nada, en fin, era una reflexión.
Tremendo.Cita:
Gente que supuestamente debería estar contento cuando un profesional le encomienda un proyecto.
¿Quién ha dicho eso?Cita:
No hacen más que llamarnos toca pelotas, incultos, soberbios, es de temer, ojo señores.
Quizá en Argentina sean distintos a los españoles. Yo me refería a mis experiencias en varios proyectos finalmente no remunerados (aunque se usó mi trabajo y consiguieron beneficios económicos de él) porque no tienen dinero y tienen muchos gastos, también conozco el caso de estudiantes que trabajaban en estudios, pero no les pagaban, porque les dejaban usar el plotter y diseñar alguna cosa.
Hay que ser memos, ¿a qué sí?
(respecto a la imagen de los arquitectos, esos mismos estudiantes que han trabajado sin cobrar harán lo mismo, con gran venganza, tan pronto como puedan).
Los arquitectos son unos mariquitas.
Eh, no se lo llamé a nadie, sólo a los tocapelotas, incultos y soberbios. Los arquitectos respetuosos, humildes y responsables son absolutamente encantadores.Cita:
¿Quién ha dicho eso?
Y los infógrafos son unas nenazas frikis.
Vaya, tampoco es para tanto.Cita:
Vaya, gente que dura es la vida de artista, no se ustedes, pero yo recién me doy por enterada, gente que supuestamente debería estar contento cuando un profesional le encomienda un proyecto, no hacen más que llamarnos toca pelotas, incultos, soberbios, es de temer, ojo señores, pareciera que estamos durmiendo con el enemigo. Que postura tan adolescente, no comulgo con esta idea, pero ya he hablado demasiado y parece que al resto de mis colegas el tema no les preocupa ni de asomo, ya que no opinan. En cualquier caso, solo me queda expresar mi preocupación ya que la imagen que nos representa (a los arquitectos) a los ojos de otras profesiones, deja mucho más que desear, y eso es lo que debería preocuparnos, tratemos de revertirla, no seamos tan soberbios he irreverentes, las cosas en su tiempo y lugar, y sobre todo tratemos de nunca perder el respeto por el trabajo del otro, en eso señores estoy con lo que expresan muchos de los compañeros de este foro. Nada, en fin, era una reflexión.
El arte sale de los huevos y lo que sale es lo que es.
Lo otro es otra cosa.
O le hubierais ido a decir a Picasso que ha un cuadro suyo le faltaba Bump?
Vaya, ni hablar, hubiera sido una irreverencia, era una expresión, aquí la utilizamos en general, mucho (no solo para hechos artísticos), hablamos el mismo idioma con distintos matices, a veces ni me entero de sus chistes, supongo que, en viceversa pasa igual.
Mi aquí y tú aquí son el mismo aquí.
Vaya, entonces estamos fritos, ya ni vos me entiendes.
Ya te vas a acostumbrar, es como ver una película irani.Cita:
Vaya, entonces estamos fritos, ya ni vos me entiendes.
Casi al final logras entender algunas líneas cotextualmente.
Retomo un par de citas de un mensaje anterior para explicar a Iam3d cual es mi punto de vista, que creo no se ha entendido bien.Cita:
Los arquitectos en muchas ocasiones cuando el trabajo merma nos vemos obligados a realizar otro tipo de trabajos para los cuales en algunas ocasiones sobre- Calificamos. Es decir, que no es que deseamos trabajar el trabajo de otros simplemente nos la tenemos que rebuscar para que a fin de mes la máquina siga funcionando.[.] y claro en todas la presentaciones que realizamos estamos en contacto con el diseño en todos sus aspectos y ramas, la representación gráfica en general es nuestro lenguaje diario, así que, en mayor o menor medida cualquier arquitecto domina ciertas herramientas de representación.
Cuando escribí los últimos mensajes no tenía a la vista esos extractos.
Primero, decir que Iam3d representaría el arquitecto respetuoso, comprensivo y conocimientos reales de lo que es el 3d, justo el ejemplo opuesto al arquitecto malvado de mis mensajes.
Segundo, esas son las cosas negativas a las que me refería, propias (pero no exclusivas) del arquitecto malvado, considerarse a sí mismos en cosas que son accesorias y secundarias en la arquitectura como sobrecualificados precisamente cuando, por ser secundarias, están especialmente infracualificados.
(O dicho de otra manera, que llegue el tío a explicarle al obrero cómo se pone un ladrillo).