El equinoccio es un fenómeno astronómico que ocurre dos veces al año, en primavera y otoño, cuando el Sol se encuentra en el punto de la eclíptica donde cruza el ecuador terrestre. Durante los equinoccios, el día y la noche tienen la misma duración en todo el planeta.
En términos astronómicos, la transformación que ocurre en el equinoccio es el cambio en la posición del Sol en relación a la Tierra. Durante los equinoccios, el Sol aparece en el ecuador celeste y se mueve de sur a norte o de norte a sur, dependiendo del hemisferio en el que se encuentre el observador.
Este cambio en la posición del Sol tiene implicaciones para la cantidad de luz solar que recibe la Tierra y para la duración del día y la noche en diferentes partes del mundo. En el hemisferio norte, el equinoccio de primavera marca el comienzo de la primavera y el equinoccio de otoño marca el comienzo del otoño. En el hemisferio sur, el equinoccio de primavera marca el comienzo del otoño y el equinoccio de otoño marca el comienzo de la primavera.
En muchas culturas, el equinoccio es un momento de celebración y reflexión, y se han asociado con muchas tradiciones y rituales a lo largo de la historia.
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