La impresión 3D para tratar deformidades en animales
El 17 de octubre de 2024, se hizo público un caso increíble en el que la impresión 3D jugó un papel crucial en la recuperación de una yegua llamada Baby Jane. Esta yegua de dos años, una Quarter Horse, sufrió una infección en una de sus articulaciones, la del casco. Aunque la infección fue tratada, la secuela fue una deformidad en la pierna, lo que hizo que se doblara hacia adentro, como si tuviera las piernas en forma de "X". Su veterinario, buscando una solución, recurrió a un equipo de expertos en cirugía equina para abordar el problema.
El Reto de la deformidad
La deformidad de Baby Jane no era sencilla. Los caballos tienen una sola articulación del casco en cada pierna, y cualquier lesión ahí puede afectar seriamente su movilidad. En este caso, además de la pierna doblada, las radiografías revelaron que también estaba rotada, lo que complicaba aún más la situación.
El Dr. Brad Nelson, cirujano equino, quería evitar el tratamiento tradicional que simplemente fusionaba la articulación sin corregir la deformidad. Su objetivo era realinear los huesos para ofrecerle una mejor calidad de vida a Baby Jane.
La Solución: Impresión 3D
Aquí es donde entra la magia de la impresión 3D. El Dr. Nelson, con experiencia en la creación de modelos óseos en 3D para cirugías, pensó que podría hacer lo mismo para Baby Jane. Para esto, se unió al Dr. Jason Bleedorn, un experto en cirugía ortopédica en animales, que había utilizado la impresión 3D para tratar deformidades en perros.
Con la ayuda de la impresión 3D, crearon un modelo a tamaño real de los huesos de Baby Jane. Esto les permitió planificar la cirugía con antelación, diseñando guías de corte personalizadas que les aseguraban que los huesos estarían perfectamente alineados desde el primer intento. Gracias a esta planificación, pudieron realizar una fusión ósea más estable y precisa, algo que habría sido muy difícil sin la ayuda de la tecnología.
El Resultado: Una Cirugía Exitosa
Gracias a esta tecnología, el equipo de cirujanos pudo realizar cortes exactos y pre-doblar la placa metálica que iba a sujetar los huesos en su lugar. Esto no solo redujo el tiempo de la cirugía, sino que también hizo que el proceso fuera mucho más seguro y eficiente. Como resultado, Baby Jane se sometió a una cirugía exitosa que corrigió la deformidad y ahora está en camino hacia una recuperación completa.
Este caso demuestra cómo la impresión 3D está revolucionando la medicina veterinaria, permitiendo a los animales como Baby Jane tener una vida más activa y cómoda. En resumen, la impresión 3D no solo está cambiando el mundo del diseño y la fabricación, sino también la manera en que tratamos a los animales, abriendo nuevas posibilidades para el futuro de la cirugía ortopédica.