Hoy quiero contarles sobre un avance que podría cambiar la manera en que imprimimos objetos en 3D, sobre todo si nos gusta trabajar con colores y texturas. Se trata de una nueva técnica llamada plancha de velocidad modulada, desarrollada por investigadores del MIT y la Universidad Tecnológica de Delft.

¿En qué consiste?

Básicamente, en lugar de usar varias boquillas para imprimir diferentes materiales, esta técnica utiliza dos boquillas para trabajar de manera más eficiente. La primera coloca un material especial que responde al calor, y la segunda lo plancha a distintas velocidades. Esto permite cambiar características del objeto, como el color, la textura o la opacidad, sin tener que usar más materiales ni complicar la máquina.

Lo interesante es que este método no solo ahorra tiempo, sino también materiales, ya que con un solo filamento se pueden lograr diferentes acabados. Por ejemplo, los investigadores crearon botellas translúcidas con efectos degradados y manillares de bicicleta con texturas antideslizantes, todo usando el mismo material.


¿Y por qué es importante?

Porque reduce el desperdicio y la energía que se necesita para imprimir, además de hacer que el proceso sea más rápido y versátil. Imagina poder personalizar tus diseños con transiciones suaves entre colores o texturas sin complicarte con configuraciones adicionales.

Los científicos están trabajando para ampliar los materiales que se pueden usar con esta técnica, como plásticos que reaccionen al calor o materiales con propiedades mecánicas específicas. Esto podría aplicarse en muchas áreas, desde productos personalizados hasta tecnologías de salud.

La plancha de velocidad modulada promete imprimir más rápido, con menos desperdicio y resultados más detallados. Una gran noticia para quienes buscamos eficiencia y calidad en la impresión 3D.

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