La creciente demanda de contenido para plataformas de streaming ha impulsado una mayor cooperación entre estudios de efectos visuales en todo el mundo. Gracias a los avances en tecnologías de trabajo remoto y herramientas basadas en la nube, ahora es más sencillo para equipos de distintas regiones colaborar en proyectos complejos y compartir recursos de manera eficiente.

El auge de la colaboración entre estudios

Las productoras han cambiado su enfoque y, en lugar de depender de un solo estudio para realizar los efectos visuales de una producción, distribuyen el trabajo entre varios equipos especializados. Este modelo no solo optimiza tiempos, sino que también garantiza una mayor calidad visual y uniformidad en los proyectos. Un ejemplo destacado es el trabajo en la serie Knuckles, donde múltiples estudios de tamaño medio colaboraron utilizando estándares compartidos para asegurar coherencia en los efectos.


La consolidación de la industria del VFX

Tras los recientes cambios en la industria del entretenimiento, incluidos los paros laborales en Hollywood, los estudios de efectos visuales han experimentado una transformación. Cada vez más, las grandes compañías adquieren estudios medianos y pequeños para fortalecer su capacidad de producción global. Esto ha dado lugar a redes de colaboración internacional que permiten distribuir proyectos en diversas jurisdicciones, adaptándose a las necesidades de cada producción.

Un modelo de producción en evolución

La forma en que se producen y distribuyen los efectos visuales sigue cambiando. La inteligencia artificial generativa empieza a jugar un papel en la optimización de los flujos de trabajo, lo que podría alterar aún más la industria. La combinación de estos avances tecnológicos con la evolución del consumo de contenido en streaming sugiere que la industria del VFX aún tiene muchos cambios por delante.

El futuro de los efectos visuales en la era del streaming

Con la experimentación de nuevos formatos de contenido y métodos de distribución, los estudios de efectos visuales deben adaptarse constantemente. La flexibilidad y la capacidad de colaboración serán claves para mantenerse a la vanguardia en un entorno donde las expectativas de calidad y eficiencia continúan en aumento.