Las misiones espaciales requieren fuentes de energía sostenibles para operar en entornos extremos. Foster + Partners ha desarrollado un concepto de torre solar de 50 metros de altura que busca proporcionar energía en la superficie de la Luna. La estructura se ubicará en el Polo Sur lunar, donde la exposición al sol es constante, lo que permitirá un suministro energético eficiente.

Diseño y tecnología de impresión 3D

El diseño de la torre incorpora una estructura en espiral con paneles solares plegables que se desplegarán en la parte superior. Su construcción aprovechará técnicas de manufactura aditiva para reducir la dependencia de materiales terrestres. Una de las innovaciones clave es el uso del regolito lunar, un material compuesto por polvo y rocas, como base de la impresión 3D, minimizando la necesidad de transportar materiales desde la Tierra.


Construcción autónoma en el espacio

El desarrollo de estructuras en el espacio presenta desafíos únicos, por lo que el proyecto busca optimizar procesos de construcción autónomos. La tecnología de impresión 3D permitirá ensamblar la torre sin intervención humana directa, lo que resulta esencial en entornos de difícil acceso. Este enfoque no solo facilita la instalación de infraestructuras en la Luna, sino que también allana el camino para futuras construcciones en Marte y otros planetas.

Un paso hacia la colonización lunar

La energía generada por la torre solar será utilizada para abastecer sistemas de comunicación y soporte vital en futuras bases lunares. Este proyecto se alinea con los planes de la NASA para establecer asentamientos sostenibles en la Luna como parte de su estrategia de exploración espacial. La torre no solo representa una fuente de energía confiable, sino también un avance en la forma en que se construirán estructuras en entornos extraterrestres.

Exhibición y próximos pasos

Para dar a conocer el proyecto, se ha presentado un modelo a escala de la torre en el Kennedy Center de Washington, DC. La exposición destaca cómo la arquitectura espacial puede influir en el diseño de infraestructuras en la Tierra y en otros cuerpos celestes. La investigación y desarrollo de estas tecnologías continúa avanzando, con el objetivo de hacer posible la construcción de hábitats autosuficientes en la Luna y más allá.