Perdona, pero en el ateísmo no hay grados. O se es o no se es. Eso sí se puede ser ateo no practicante. Como cuando yo acompaño a mi mujer a poner unas velas al santo. O la acompaño cuando se viste para la procesión de semana santa, como el marido ateo que acompaña a su mujer a la iglesia el domingo.
O yo. Que soy budista no practicante, entanto que las borracheras, el vino de pitarra, la morcilla, el morcón que hace mi cuñado, no está bien visto por los monjes estos, pero por lo demás soy bastante budista.
Se puede ser también simpatizante. Yo soy simpatizante católico, porque considero (como tipo de ba), que la ornamentación de un dando la bendición urbi et orbi desde la balconada del vaticano a las mirradas de fieles y 150 cardenales de púrpura, orondo como devoradores de cochinillos y bistecs. Eso no hay religión que lo supere. Para mí, la puesta en escena es muy importante. Y en eso la iglesia católica romana es la leche. Y por eso soy simpatizante católico romano.
Pero ateo, no se puede ser más o menos.