Esta vez no pudo ser. Jam vuelve a los matorrales, al acecho. Su mirada no deja dudas: esta ansioso, y nada que se le ponga delante le hará cambiar de estado de ánimo. Sólo devolverá al estado de sopor el haber cumplido su mortífero objetivo.O sea, que te dedicas al tema este en concreto. A veces pagan justos por pecadores. Te pido disculpas, pero es que, tengo ganas de pillar a algún tutorialero por ahí.
Jam espera.