Cuando la libertad es un privilegio
Primero, gracias por el enlace Mars, hacía tiempo que no me pasaba por la web de Cortell. Detrás de ese increíble currículum se esconde (o mejor, al contrario, se muestra) una (todavía más) increíble persona.
He de decir que no soy partidario de la distribución libre de elementos comerciales como películas, música, etc. Simplemente por el hecho de que considero que sus autores la han creado para ganarse la vida, igual que el panadero el pan, o el obrero una casa. Hasta ese punto, creo que todos debemos tener también un poco de sentido común: tenemos que vivir de algo.
Pero de lo que tampoco soy partidario, es de que unos pocos se hagan dueños de la cultura. La cultura es patrimonio de la humanidad, aunque desde siempre (o casi siempre) haya habido intereses económicos detrás (léase venta de lienzos, esculturas, y un largo etc). Pero ahora mismo quienes más ganan con este sistema no son precisamente sus autores, son 4 tíos aprovechados, que teniendo cierto (y creciente) poder mediático, se aprovechan de esos autores para enriquecerse a su costa. Esto es lo deplorable de la situación: una cosa es colaboración, y otra muy distinta explotación.
Estoy de acuerdo con Cortell en que a la SGAE hay que pararle los pies, por el simple hecho de pretender privatizar la cultura.
Pero también creo que la sociedad que tanto defiende el derecho a descarga de material protegido por copyright, debería hacer un repaso de lo que es moral e inmoral. Repito: nadie vive del aire y yo, personalmente, trabajo para poder alimentarme, vestirme y tener unos ciertos caprichos, pero eso también, sin pasar por encima de nadie, al contrario de la SGAE. Saludos.
Los sabios hablan porque tienen algo que decir, los tontos lo hacen porque tienen que decir algo.