Alguien ha vivido esta situación

[Alba]

No hombre, por mail, no. Cara a cara).

Pues a ver quién es el guapo que se atreve, supongo que, si no lo hicieron ya sería por lo difícil de la situación.
¿Cómo se le dice a alguien: mira, es que hemos notado, un olor, un poco fuerte?
No sé, ni sé casi poneros un ejemplo.

[Tirit]

Hombre si es falta de higiene, bien merecido lo tiene por guarrete.

[GEKKONIDAE]

También puedo llegar a una habitación donde esté esa persona y otras más y al entrar decir ¿pero a que huele aquí? Sin señalar a nadie.

O cuando se acerque mucho puedo simular que estoy pensando intensamente y ponerme la mano tapando la boca y la nariz.

[A78]

Y sino compra una máscara de gas, pero lo más probable es que no entienda la indirecta y piense que eres un sadomasoquista-tecno.

[Alba]

Creo que puede ser una buena forma. Lo del pescado, al final del artículo dice que las personas que sufren esta enfermedad, acaban teniendo graves problemas psicológicos, precisamente porque sufren un aislamiento por parte de los demás.

Claro, pero eso suponiendo que sea ese su problema, si lo es, sería una enfermedad, ahí estaríamos hablando de cosas diferentes.

Supongo que, el olor a pescado podrido se distingue del olor a sudor, ¿no? Si es indistinguible entonces yo creo que el que debería hablar con el sería el responsable, el jefe.

[Tirit]

Creo que debería ser el jefe o el responsable en el tomara cartas en el asunto. Ver lo que le pasa si es una enfermedad.

[Lieka]

Una cosa si he de decir, pero claro no todo el mundo se lo toma igual, pero a mi años más tarde esa persona me lo agradeció por no hacer un mundo de la situación y tratarlo de una forma adulta. Pensad que normalmente este tipo de problemas de dejadez pueden implicar que la persona pueda estar pasando un mal momento, o no, vete tu a saber, pero cabe esa posibilidad.

Se trata de solucionarlo de forma rápida, eficaz para todos y sin dolor hacia la persona implicada.

Me he entristecido y todo, en fin.

[Alesi]

Si es normal te agradecerá que se lo digas.

[Tirit]

Ya lo sé, pero parece que en esta vida todo tiene su enfermedad. http://www.sudorextremo.com/.

[Lieka]

Lo de las estratagemas para hacérselo saber así en plan metafórico, no suele funcionar y crea mal, alarga la situación y no la soluciona.

Sólo de pensar en las risas que estas tonterías puedan provocar en plan colectivo chungo te hacemos el vacío, me pongo mala.

[Tirit]

Lo mejor quizás sea como dice Leika. Con calma y tranquilo cara a cara y se lo dices. Si es una persona adulta lo encajara bien, o si es una enfermedad te lo aclarara.

[GEKKONIDAE]

De niño uno no se lo piensa tanto, en mí clase en el cole había uno y directamente se le puso el mofeta. Luego en el instituto hubo otro, ese era el zorro.

[Cardenes]

Decírselo, pero cuidando las formas, díselo como si fuese una confidencia, eso demuestra que lo haces como colega suyo. Lo peor que puede pasar es que, a partir de ese momento vaya apestando a algún desodorante fuerte.

Un compañero mío llevaba las deportivas sin calcetines, siempre las mismas, se daba caminatas de kilómetros y claro, estas terminan cogiendo olor a sudor guarrero.

[Sayden]

Yo tuve una compañera que tenía un olor fuerte. Yo nunca llegué a saber por que (me fui antes) pero se lo llegaron a decir indirecta y directamente (sutilmente, de buenas e incluso de malas formas), el director general también se lo dijo un día, pero me comentó hablando medio en broma medio en serio que no se atrevía a echarla por si era una enfermedad rara.

Yo no sé si olía mucho, casi no tengo olfato por un problema que tengo, pero mis compañeras decían que le entraban arcadas y todo. Y que no era sudor.

[Yorex]

Yo creo que siendo dentro del ámbito de trabajo, se lo diría a alguien del departamento de personal (si no es una macroempresa de esas que el de personal está en una ciudad y la oficina en otra) y que el hablara con la persona en cuestión. Salvo que la relación que tengáis pueda hacer que no se enfade si se lo dices cara a cara. Puede quedar frío, aséptico y poco humano de esta forma, pero a mí modo de ver es la más correcta, porque el trabajo es el trabajo y las relaciones, mejor fuera tras unas cervezas (que es otra opción).

Hace años, hice un curso de AutoCAD por el Inem, en una habitación de unos 7m por 3m, en verano. En fin, uno de los alumnos, un señor ya cuarentón, llevaba la misma ropa toda la semana y no sabemos cómo veía a través de las gafas, no las debió limpiar nunca. Resultó, que el lunes empezaba la cosa más o menos, pero cuando llegaba el viernes, era insufrible, las clases eran de 6 horas. Estábamos en la misma tesitura, nadie se atrevía a hablar con él, todos andábamos apelotonados en una esquina y el en otra. Al final le dijimos al profesor que se lo dijera él. Después de hacerlo, no cambió nada, no os puedo contar el final de la historia porque yo no acabé el curso.

También me pasó en el trabajo estar sentada al lado de un señor, que estaba taladrado, es triste, pero cierto, al parecer trabajaba en dragados, pero le echaron, y sufrió una depresión, para colmo de sus males tuvo un accidente de coche y no sé el cerebro se le quedó más para, allá que paca. Estuve ocho meses sentada a su lado, se pasaba de las ocho horas de trabajo, al menos 5 o 6 con el chascarrillo de ñacañaca la cigala, unos canturrean, otros silban, éste ñacañaca al principio te hace gracia, después te molesta, hasta que te irrita, yo acabé con un humor de perros, no había quien me aturara. Otras veces, me hablaba, y la mitad ya me lo había contado al menos tres veces. Yo me sentía culpable, porque no era cosa de hablar con el pues era inútil, y si pedía que me cambiaran de sitio era colocarle el muerto a otro. Al final, no pude más y me fui a hablar con mi jefe. Resultó que el muy cabrón le dijo varias veces, que el era capaz de hacer mi trabajo que no quería seguir haciendo el suyo. Al final por cuestiones que no vienen al caso enseguida seguimos caminos diferentes, pero aun así no me cambiaron de sitio.

Y también recuerdo que en el colegio con 9 años, en lo que antiguamente era 4 de EGB. Había una niña que sufría de un problema y se orinaba encima, y la chavala pues olía más bien mal. La muy historia de la profesora, la sentaba sola en una esquina, entonces los pupitres eran de dos plazas, y al resto de las niñas cuando nos quería castigar mucho nos sentaban con ella.