Eso mismo pienso yo, que no hay ningún imperio que no haya caído por su propio peso. Han sido todos sin excepción, y estas cosas hay que mirarlas con perspectiva histórica. Al menos eso alivia, o eso quiero creer.
Tal vez de estas cosas ninguno de nosotros tengamos ningún control y no valga la pena preocuparse, aunque puede que si porque somos muchos. Pero no sé por qué causa la sociedad esta como aborregada, y ahora estoy hablando de la española.
Los sindicatos son unas instituciones serviles que no hacen su trabajo. Llevamos una década de regresión contínua en los salarios, con pobres que se creen ricos y la clase media en proceso de desaparición, el euro ha sido la mayor estafa de las últimas décadas, la vivienda es inaccesible en muchos casos ni aún con dos sueldos, cuando antes una familia hace años podía vivir perfectamente con un solo sueldo en casa, y mientras tanto los beneficios de la banca doblándose año tras año. Nos engañan sistemáticamente y aquí tan contentos.
Y nadie protesta. Otras generaciones habrían quemado el congreso y pasado por la guillotina a más de uno. Pero ahora no, ahora estamos aborregados, castrados porque estamos contentos gracias al consumo masivo que creemos nos hace más felices como nuestra tele de plasma o nuestro IPod, mientras lo más básico, la libertad nos la estamos dejando arrebatar lentamente día a día y, además parecemos agradecidos de ello.
Recientemente he estado en Francia y es asombrosa la naturalidad con la que allí se bien de política y el compromiso que tiene la gente con ella. Aquí todo se reduce a si eres del Psoe/p, Barça/Madrid, blanco/negro, buenos/malos, solo hay crispación y malos modos.
El debate de fondo y el futuro de la sociedad no interesan, solo importa que en la discusión el otro quede peor que yo. Saludos.