Warner Bros. Discovery ha decidido que prestar la cuenta de Max ya no será deporte nacional. Su plan es comenzar suave, como quien deja una indirecta en el grupo de WhatsApp familiar, y poco a poco ponerse más serio. En una llamada de resultados, el CEO de streaming y juegos, JB Perrette, explicó que se viene una estrategia por fases. Primero avisos amigables, luego recordatorios firmes, y para 2026 puede que hasta te pregunten por qué tu primo ve películas desde otra ciudad.


Un invitado extra con precio de entrada

Para no parecer tan aguafiestas, Max ha creado el extra member add-on. Es un botón mágico que permite, por 7 euros al mes, invitar oficialmente a ese amigo que ya lleva viendo la cuenta más tiempo que tú. Este nuevo huésped tiene su propio perfil, contraseña, y puede ver contenido en un solo dispositivo a la vez. Básicamente, paga por el privilegio de no colarse más por la ventana.

Tecnología detectivesca al servicio de Max

Ahora bien, ¿cómo sabe Max quién vive contigo y quién no? No hay drones ni interrogatorios, pero casi. Utiliza IP, dispositivos, actividad de usuario y algo de intuición digital. Si detecta que tu cuenta se conecta desde sitios tan distintos como tu salón y la Patagonia, puede que lleguen los ajustes de acceso. O como dicen ellos, modificar el acceso o desactivar funciones. Traducción: tu cuñado se queda sin serie.


La epidemia de contraseñas compartidas

Este movimiento de Max no es una rareza. Es parte de un contagio que comenzó con Netflix, siguió Disney+ y ya está alcanzando proporciones de plaga en el mundo del streaming. Todos quieren que quien ve, pague. Netflix ya demostró que, con la estrategia adecuada, incluso los que se resistían acaban sacando la tarjeta. Al parecer, dejar de compartir contraseñas ahora da beneficios financieros, lo que explica que más plataformas estén ajustando sus propios tornillos.

El futuro de los freeloaders tiene fecha de caducidad

Quienes aún se aferran a la contraseña que les prestaron en 2020 tienen entre 12 y 18 meses para tomar una decisión: o se convierten en miembros legales o se preparan para ver solo los tráilers. La idea es evitar dramas, pero no descartan subir el volumen si no se les hace caso. Eso sí, al menos empiezan pidiendo las cosas de forma muy suave, como quien deja un post-it pasivo-agresivo en la nevera.