En Blitz, los efectos visuales no solo recrean un Londres devastado, sino que también buscan transmitir emociones. Los artistas usaron técnicas avanzadas para simular la destrucción de edificios, el humo y los escombros, todo sin que el espectador se dé cuenta de que están viendo efectos digitales. La clave fue crear un entorno visualmente impactante, pero manteniendo la autenticidad histórica. Cada detalle, desde la luz hasta la textura, se diseñó para apoyar la narrativa y hacer que Londres se sintiera como un personaje más en la película.