En la serie Snowpiercer, los efectos visuales son esenciales para dar vida a un mundo atrapado en el hielo. Todo gira en torno a un tren que nunca se detiene, moviéndose por paisajes helados que parecen salidos de una fotografía, pero que en realidad son creados digitalmente. El interior del tren también es impresionante, con vagones que muestran desde el lujo extremo hasta las zonas más duras, donde los personajes luchan por sobrevivir.
El movimiento del tren, los efectos de nieve y las tormentas están hechos con simulaciones digitales que logran un realismo increíble. Incluso las escenas de acción, como explosiones o choques, mezclan efectos prácticos con tecnología avanzada para que todo se sienta natural. Es un trabajo donde lo digital y lo físico se combinan a la perfección, mostrando cómo el 3D puede contar historias que parecen imposibles.
