Y decides meterte conmigo? La traición nunca fue tan agria.Cita:
Si no me metía contigo Hulkong, me metía con Kiko, por lo del frasco pequeño. Aunque tenía que haber puesto una carita, cosa que ahora hago.
Versión para imprimir
Y decides meterte conmigo? La traición nunca fue tan agria.Cita:
Si no me metía contigo Hulkong, me metía con Kiko, por lo del frasco pequeño. Aunque tenía que haber puesto una carita, cosa que ahora hago.
Por supuesto. (Tiene sus ventajas según el ámbito del que hablemos).Cita:
Vaya, eso nos humilde en hombres objeto?
Aja, aja, tienes toda mi atención, prosigue.Cita:
(Tiene sus ventajas según el ámbito del que hablemos).
Hulkong sólo contestaba escuetamente, no tenía ninguna intención de desarrollar el tema y menos sin cerveza de por medio.
Vaya, que coincidencia. Siempre he pensado que no hay nada mejor que las damitas bajitas, las cervezas y bajarles cosas.
(de lugares altos digo).
Cita:
Vaya, que coincidencia. Siempre he pensado que no hay nada mejor que las damitas bajitas, las cervezas y bajarles cosas.
(de lugares altos digo).
Vaya, parece que Rappaniu tiene trucos que enseñar al mini-kingkong.
Eres mi ídolo que lo sepas.Cita:
Vaya, que coincidencia. Siempre he pensado que no hay nada mejor que las damitas bajitas, las cervezas y bajarles cosas.
(de lugares altos digo).
Cita:
Iniciado por Iherrero. Si no me metía contigo Hulkong, me metía con Kiko, por lo del frasco pequeño. Aunque tenía que haber puesto una carita, cosa que ahora hago.
No había leído lo de que iba para mi, tranquila que entonces yo con 1.89 soy peor aun.Cita:
Y decides meterte conmigo? La traición nunca fue tan agria.
Pues entonces el mundo para los larguiruchos.
Yo mido uno noventa, te gano Kiko.
Vaya, te chinchas, yo da igual como me ponga en la cama que no me vierto.
A mí me joroba no llegar a la balda de arriba del frigo, ni a los estantes superiores a coger platos sin estar todo el día con la escalera de dos peldaños para arriba y para abajo. Vaya, a los altos no os cuesta mucho agacharos, pero a los bajitos nos hacéis la puñeta poniendo las cosas a vuestra altura.
Los altos también tienen su cruz en la cocina, yo sin serlo (1.80) tengo que espatarrarme cuando frego los platos para no destrozarme la espalda.
Como las jirafas cuando van a beber.
Y la de cabezazos que nos damos contra todo tipo de armarios, puertas, lámparas y demás utensilios? Somos unos sufridores en el fondo.
Hulque cabrón, me voy a poner hasta el culo de petitsuise.