Socorro me muero me da algo
Bueno Trenz, aquí si que ya no puedo intentar echarte un cable, pero sí puedo decirte que hagas caso a la mayoría, y vivirás mejor.
Desde mi punto de vista, el dinero jamás justifica nada, y mucho menos, la angustia, el sufrimiento, que puede conllevar una situación como la que vives.
Está claro que tú jefe, por un lado, tiene razón, es decir, tenías un plazo más o menos razonable para realizar un trabajo. El Scanline era la opción más viable, y la más rápida para terminar el proyecto en el plazo especificado, pero tú escogiste Vray. ¿una cagada? En cierto modo sí, pero creo que en ese sentido ya has aprendido la lección. Pero por otra parte, yo no lo veo tan cagada. Todos nos equivocamos, está claro y es irremediable, pero no por ello tenemos que dejar que el mundo se nos venga encima, poniéndonos contra la pared.
Siempre he pensado que en una empresa, para que funcione bien, tiene que haber una cierta complicidad a todos los niveles, eso conlleva un ambiente de trabajo agradable y motivador. Si alguien falla, una bronca está bien, es más, creo que motiva en cierto modo. Pero el acoso moral, es una de las cosas que más repudio en este mundo. Habéis perdido un cliente, pero no creo que la empresa se vaya a pique por eso, y si lo hace, es porque ya lo iba antes.
En mi trabajo, como programador, las broncas son algo común, pero suaves. Lo malo de programar, es que cualquier error puede ser encontrado días, semanas, meses o años después de haber finalizado un trabajo, ya que el vicio que el propio programador tiene, muchas veces no le permite hacer diversos Marcos de prueba, ya que existen muchas operación que un usuario standard hará, y que a nosotros ni se nos pasaran por la cabeza porque existe otro camino más adecuando, o porque es una chorrada hacer eso.
Pero son simplemente eso, broncas pequeñas, para mí gratificantes, porque me ayudan a mejorar cada día más, y fijarme en cosas que tal vez antes pasaba por alto.
Pero lo que nunca estaré dispuesto a soportar, es una bronca descomunal de ninguno de mis jefes, por muy grande que haya sido mi metedura de pata. Yo intento hacer mi trabajo lo mejor posible, y soy de tu misma opinión: las cosas se hacen bien, o si no, que lo haga otro o que no se haga. ¿Qué fallo? Pues mala suerte, puedo tener un fallo descomunal una vez, pero a la siguiente sé que lo haré mejor.
Una serie de broncas en cadena, redundantes, solo conseguirán una cosa: jefe. ¿y por qué? Porque estamos en esta de mundo que nos ha tocado para vivir, para aprender de los errores y ganar experiencia, y esforzarnos en hacer todo lo mejor que podamos, y sobre todo, disfrutar con lo que hacemos. Siempre habrá ocasiones que no sean del todo agradables, pero dentro de ciertos límites.
Yo tengo claro que todo lo que salga de esos límites, no pasara por encima de mí. Prefiero vivir feliz, como tú dices, en la selva, o debajo de un puente, o en una isla desierta, que vivir amargado por cualquier circunstancia reparable.
Así que, amigo, ánimo, y no caigas en barrena, no tiene sentido. Hay cosas mejores en la vida que ganar un sueldo y ser el esclavo de alguien que cuando no te quiera, te mandará a la sin mayor contemplación.
Y un último comentario, yo en tu caso, haría lo siguiente: me buscaría un curro, y cuando lo encontrarás, despacharía a gusto a tu jefe actual, diciéndole un par de barbaridades. Así conseguirás dos cosas, seguir viviendo tranquilo y con curro, y quedarte muy agusto con tu forma de ver las cosas: bien hechas. Saludos.
Los sabios hablan porque tienen algo que decir, los tontos lo hacen porque tienen que decir algo.