Vaya, si yo os contara. No son víctimas, Cardenes, no lo son. Como antes he dicho, saben muy bien representar el papel de pobrecitas y aprovecharse de ellos. Y no solo de sus parejas, sino de todo aquel que las rodea.
Llevo años, años aguantando pedorras de estas y miles de artimañas para alejarme de sus parejas, que es lo que persiguen, quedárselos para ellas solas, que no tengan amigos ni amigas, que no tengan siquiera relación con sus padres y hermanos, que solo las tengan a ellas y el mundo de su pareja gire alrededor de sus propios ombligos.
Ojalá y la razón fuese la que propone Yorex. Así al menos mis amigos ganarían algo y yo misma lo justificaría, pero ni eso. Si hablas con ellas no saben ni donde tienen el clítoris ni cómo hacer una buena felación, y si hablas con ellos están más calientes que la panza de una olla, o sea que va a ser que no, que ni siquiera eso les dan. Debe ser que a los muy ilusos les gusta enseñarlas.
En fin, que a mí ellas y sus miradas y gestos de desprecio que me dirigen (salvo que me necesiten) me resbala bastante y paso olímpicamente. De lo que no paso es de que quieran mangonearme a mí también y de que les coman la cabeza a sus parejas para que me den la espalda a mí y a todo aquel con quien tengan un mínimo de relación. Me jode muchísimo, si Leika. Me jode tanto como que ha una amiga le pegue su marido. En la misma intensidad. Y sí, Acortes, estoy cabreadísima. Llevo demasiados años aguantando y demasiados amigos perdidos por culpa de la inseguridad y celos de sus mujeres o novias. Leches, que vayan a un psicólogo y dejen de arruinar la vida a los demás.