Lo primero y más importante para dibujar es aprender a ver la verdadera forma de las cosas. Reconocer los rasgos humanos es parte importante de nuestra experiencia diaria, por eso nuestro cerebro tiene una especie de almacén de rasgos y cualquier cosa que se parezca a las partes de ese almacén son reconocidas como una nariz, boca, orejas etc (por esa razón es tan común la pareidolia con rostros humanos).
Cuando comenzamos a dibujar solemos hacer uso de esas ideas preconcebidas que tiene nuestro cerebro y no de la realidad, y eso es lo que se ve en tus trabajos, te recomiendo que tomes un espejo y dibujes, por ejemplo, solo uno de tus ojos o tu boca, pero detente en cada una de las partes que lo conforman disfruta cada una de las líneas.
Lo segundo que se necesita es mucha paciencia.