Hace tiempo, mucho tiempo.
En un reino lejano, muy lejano.
Vivía una joven y hermosa princesa.
En un suntuoso palacio.
Pero, un día.
Aburrida.
Dejó de reír.
Con la complicidad del rey.
Se organizó un torneo, aquél que la haga feliz.
Recibirá un premio.
Anunciaron con trompetas.
Llegaron Presto.
Los más gallardos y apuestos caballeros.
De todos los rincones del reino.
De los confines del mundo.
Y de allende los mares.
Mostrándoles sus dotes.
Y ofreciéndole presentes.
La hicieron reír.
Y con la música de su risa.
Acudieron todas las mujeres del reino.
Solteras y casadas.
Todas admiradas.
Ante las cualidades.
De los caballeros.
Y para el premio.
Se escogieron.
De entre todas las damas del reino.
A las 7 doncellas más bellas.
Para quitarle la armadura.
Para poder darle.
Un eterno beso.
En un bucle sin fin.
Al vencedor de la lid.