En el mundo tal y como lo conocemos las olimpiadas son uno de esos pocos reductos que, parecen centrarse en algo tan noble como el deporte y sus reglas llevadas al extremo, ya sabes: lo importante no es ganar sino participar, esforzarse al máximo para conseguir récords mundiales, etc. Sin embargo, parece que los tentáculos de los intereses económicos puros y duros también entran aquí.
La polémica salta porque algunos fotógrafos profesionales como Peter ruk están informando de que la organización oficial de las próximas olimpiadas de Londres tienen prevista prohibir que las personas que acudan al estadio suban sus fotografías a redes sociales varias.
Esto significa que si acudes a algún estadio durante las olimpiadas puedes tomar fotografías y verlas tú y tus amigos, pero no puedes subirlas a Twitter, Facebook, Google plus, YouTube o cualquier red social donde puedas compartir imágenes, vídeos e incluso sonido.
Quizás los fotógrafos y empresas oficiales que, acudan al evento deportivo tengan miedo de que alguien, con su teléfono móvil, acabe captando una instantánea interesante justo cuando ellos estaban mirando hacia otro lado, pero ¿dónde termina el beneficio económico y dónde comienza la libertad del ciudadano? ¿subir tus fotografías a Twitter no es considerado un uso privado? Parece que las redes sociales están afectando al mundo real más de lo que podría parecer en un primer momento.