MIT da un gran paso en la electrónica impresa en 3D
Un equipo de investigadores del MIT y la Universidad de Delft ha logrado un avance importante en la electrónica impresa en 3D, creando una nueva forma de fabricar fusibles reiniciables sin usar semiconductores. Usando impresoras 3D comunes y un material polimérico biodegradable con cobre, lograron crear dispositivos que imitan las funciones de los transistores tradicionales, esos componentes clave en los circuitos electrónicos.
El proceso consiste en imprimir trazas finas de un polímero especial con cobre en 3D. Estas trazas se cruzan de manera que permiten controlar la resistencia eléctrica ajustando el voltaje que se les aplica, algo esencial para el funcionamiento de los circuitos.
Este nuevo enfoque es especialmente relevante después de la escasez de semiconductores que ocurrió durante la pandemia. Aunque esta tecnología aún no reemplaza los semiconductores tradicionales, podría abrir la puerta a la fabricación descentralizada de electrónica. En el futuro, podríamos ver laboratorios, empresas y hasta hogares fabricando sus propios dispositivos electrónicos sin depender de grandes fábricas de semiconductores.
El proyecto surgió de un estudio previo sobre bobinas magnéticas, cuando los investigadores descubrieron que el material usado para la impresión 3D cambiaba su resistencia bajo corriente eléctrica, lo que lo hacía ideal para controlar señales eléctricas, algo esencial para la fabricación de transistores. Esto podría usarse, por ejemplo, para controlar la velocidad de motores eléctricos en dispositivos más sencillos.
Aunque los dispositivos impresos en 3D aún no alcanzan el rendimiento de los tradicionales hechos con silicio, tienen un gran potencial para aplicaciones más simples. Además, el proceso de fabricación es más ecológico, ya que usa menos energía y genera menos residuos que la fabricación convencional de semiconductores.
El equipo del MIT tiene planes para usar esta tecnología para crear electrónica completamente funcional, e incluso podrían imprimir motores magnéticos en 3D. En el futuro, esta tecnología podría usarse para fabricar dispositivos electrónicos directamente en el espacio, sin necesidad de llevar componentes desde la Tierra.
Este avance muestra que la electrónica activa puede fabricarse con impresoras 3D utilizando materiales conductores, lo que abre nuevas posibilidades para la fabricación de dispositivos más sostenibles, accesibles y fáciles de producir. Sin duda, un gran paso en la innovación de la impresión 3D.