GE Aerospace ha alcanzado un logro significativo al obtener la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) para su nuevo motor turbohélice Catalyst. Este proceso, que siguió los estrictos requisitos de la normativa FAR Parte 33, incluyó pruebas exhaustivas en 23 motores y más de 190 componentes. Durante la fase de certificación, el Catalyst acumuló más de 8.000 horas de operación, demostrando su fiabilidad y rendimiento.


El primer motor turbohélice del siglo XXI

El Catalyst no es solo otro motor más; representa la primera certificación de un diseño completamente nuevo de motor turbohélice en lo que va de siglo. Este hito es aún más relevante porque el proceso de certificación incorporó más de 20 requisitos actualizados, convirtiéndolo en el primer motor de su tipo en cumplir con estos estándares modernizados. Este avance marca un antes y un después en la industria de la aviación.

Tecnología que marca la diferencia

Entre las características técnicas más destacadas del Catalyst se encuentra su relación de compresión global de 16:1, que permite un consumo de combustible hasta un 18% más eficiente en comparación con motores similares. Además, ofrece un 10% más de potencia durante el crucero, superando a sus competidores. El motor también incorpora innovaciones como dos etapas de álabes de estator variables, palas de turbina de alta presión refrigeradas y componentes fabricados mediante tecnología de manufactura aditiva, lo que lo sitúa a la vanguardia de la ingeniería aeronáutica.

Un esfuerzo internacional

El desarrollo del Catalyst ha sido un esfuerzo colaborativo que ha involucrado a varios países europeos. Las instalaciones de GE Aerospace en Italia, República Checa, Polonia y Alemania han sido clave en el diseño y fabricación de este motor. Una vez en funcionamiento, el Catalyst impulsará la aeronave Beechcraft Denali, cuyo proceso de certificación está actualmente en marcha por parte de Textron Aviation.

Un logro colectivo

Riccardo Procacci, presidente y CEO de Propulsión y Tecnologías Aditivas en GE Aerospace, destacó que la certificación del Catalyst es un momento de orgullo para todos los miembros del equipo que han dedicado su esfuerzo al diseño, desarrollo y pruebas de este motor turbohélice europeo completamente nuevo. Este logro no solo refuerza la posición de GE Aerospace como líder en innovación, sino que también abre nuevas posibilidades para el futuro de la aviación regional y comercial.