El largometraje animado Ozi, la voz de la selva se estrena finalmente en cines franceses después de una espera marcada por su presentación en el Festival de Annecy en 2023. La distribución corre a cargo de KMBO, encargada de llevar esta historia a las pantallas. Dirigida por Tim Harper, la película combina aventura y conciencia ecológica, buscando conectar con el público joven a través de un mensaje sobre la protección de los bosques.
Una historia de supervivencia y descubrimiento
Ozi, una cría de orangután, pierde a su familia tras un incendio forestal y crece en una reserva rodeada de otros animales que se convierten en sus compañeros. A medida que madura, el instinto la impulsa a emprender un viaje en busca de sus padres. En su travesía, explora paisajes exuberantes pero también enfrenta las amenazas que ponen en riesgo el equilibrio natural. Su odisea no solo es una misión personal, sino un llamado a preservar los ecosistemas tropicales.
Detrás de la animación
La producción de Ozi involucró a más de 300 artistas y técnicos, bajo la colaboración de estudios como GCI Films, Mikros Animation y el apoyo de Leonardo DiCaprio. Mikros Animation, responsable de parte del trabajo visual, ha enfrentado cambios recientes: sus divisiones en Francia y Canadá fueron adquiridas por Rodeo FX tras las dificultades financieras de Technicolor. Sin embargo, este proceso dejó sin empleo a los artistas de la sede en India, reflejando los desafíos de la industria.
Un relato para reflexionar
La película no solo entretiene, sino que invita a mirar de cerca la relación entre los seres humanos y la naturaleza. A través de los ojos de Ozi, se muestran tanto la fragilidad como la resistencia de la vida salvaje. Su aventura, aunque ficticia, evoca problemas reales como la deforestación y la pérdida de hábitats, temas urgentes en la agenda global.
Un mensaje más allá de la pantalla
Historias como la de Ozi trascienden el entretenimiento para plantear preguntas sobre la responsabilidad ambiental. El film, sin caer en discursos pesados, utiliza la empatía hacia sus personajes para sembrar inquietudes en el espectador. En un mundo donde los recursos naturales se ven amenazados, narrativas así adquieren un valor especial, especialmente para las nuevas generaciones.
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