Durante los primeros años del cine animado, la técnica principal utilizada era el dibujo a mano. Cada fotograma se creaba uno por uno sobre papel o acetato, con el objetivo de dar movimiento a personajes e historias. Producciones como Blancanieves y los siete enanitos o Bambi marcaron hitos en este proceso. Los estudios requerían equipos numerosos de dibujantes que colaboraban secuencia a secuencia para completar una película entera.

La consolidación del método tradicional 2D

La animación 2D se mantuvo durante décadas como el estándar en la industria. Películas, series y cortometrajes adoptaron este formato, con estilos que variaban entre estudios pero siempre bajo la lógica del dibujo plano. El celuloide se convirtió en soporte común, y la cámara multiplano permitió añadir profundidad y dinamismo, aunque la representación seguía siendo bidimensional.


El paso intermedio: animación digital en 2D

Antes de la llegada del 3D, las herramientas digitales comenzaron a modificar la producción 2D. Los dibujos se escaneaban y coloreaban por ordenador, y se implementaron programas como Toon Boom o TVPaint. Aunque visualmente mantenían el estilo 2D, el proceso ya no requería papel físico, reduciendo costes y tiempos, y permitiendo ajustes más precisos sobre los fotogramas.

El surgimiento del 3D como nuevo estándar

En 1995, con el estreno de Toy Story, la animación por ordenador dio un giro notable. A diferencia del 2D, donde se dibuja lo que se ve, en 3D se construyen modelos digitales que se animan en un espacio tridimensional. Esto permite crear cámaras virtuales, luces dinámicas y texturas complejas. Desde entonces, estudios como Pixar y DreamWorks adoptaron esta técnica como su principal forma de producción.


Tecnología y estilo: evolución continua

La evolución técnica no ha significado el abandono del 2D. Muchos proyectos siguen usándolo o combinan ambos métodos. Klaus y Spider-Man: Into the Spider-Verse muestran cómo las técnicas pueden mezclarse para dar lugar a nuevas propuestas visuales. Lo importante no es solo la tecnología, sino cómo esta se adapta a la narrativa que se quiere contar.

Un repaso visual entre generaciones

Hoy se pueden encontrar referencias visuales de todas las épocas conviviendo en diferentes producciones. Plataformas de streaming, cortos independientes y videojuegos emplean tanto animación 2D tradicional como 3D avanzada. El recorrido de esta transformación técnica refleja una constante adaptación a las herramientas disponibles, sin perder de vista la creatividad como motor principal.