Al hilo de una conversación sobre la puesta de largo de Final Fantasy i, que anda por la sección de cine, me han venido a la mente ciertas cabalas sobre una parte que, salvo experimentos y osadías, no se ha profundizado del todo. Al menos como en otros apartados tipo efectos especiales, animales reales o fabulosos, entornos digitales y toda esa parafernalia que actualmente se suple como churros con tecnología 3d. Es suplir al menda en cuestión por una recreación digital. Pero en serio.
Los chicos de square han despilfarrado la pasta para, a pesar de mostrar una evolución más que aceptable en el tratamiento digital de personajes, darse de cabezazos con la cruda realidad: todos, absolutamente todos, somos críticos cualificados de arte humano. No es necesario ser un experto fisio, o una animador 2d/3d para que nos salte el chip cuando nos tropezamos con la recreación falsa de algún movimiento o pose. Llevamos practicando este ejercicio durante años (cada cual con los suyos), e inconscientemente, procesamos en el cerebelo toda la mecánica del movimiento humano. Cuando no se produce esa sincronía, la cosa canta. Pero a nivel básico, para cualquiera que haya podido disfrutar de movilidad. Así, las butacas frente al pantallón del cine de turno se plagaron de inconscientes expertos en animación. Y sí creo que tuvieron lagunas en cuestiones de pesos y gestos. Al menos en la primera parte, que es sobre la que puedo opinar.
Estoy de acuerdo con que se marcaron una sobrada, perfectamente sustituible (y más creíble) por actores convencionales. El CG puede cantar en su integración con la escena real, dependiendo de quien lo meta en la batidora. Así, el animador de los cabellos de aki, no tendría que haberse vaciado en el estómago el bote de analgésicos (oí que por ahí se fue un buen bocado del presupuesto), hubiera bastado con alguna monada de carne y hueso y un cámara de toda la vida enfrente. Si es de realismo en estado extremo de lo que se trataba. O escoger la versión manga-manga que comentaba otro compañero, y lucirte con las Silicon Graphics y el RenderFarm. Si pretendes quedarte en el terreno del cómic. Quizás fuera una aventura en plan tiento, para ver hasta dónde se podía llegar técnica y económicamente, y valorar los resultados. Esta gente, a pesar del fiasco, no se arruinan con estos experimentos, y les sirven para medir distancias. Eso sí, cuando vuelvan, a la tercera, la cuarta o la bisiesta, será la hostia.
Y es entonces cuando quizás, según me imagino, a los dinosaurios consagrados de jólivud les tocara vender deprisa y corriendo sus derechos de careto y demás carnes a la compañía digital x. Antes de que se comiencen a fraguar actores por ordenador que les disputen el pan. Y que serían la hecatombe para el sistema institucionalizado: no pagan, nunca enferman, no se afilian a sindicatos ni se suma/provoca huelgas, disponibilidad 24hx365 días, no rechista al sheriff, leal hasta la muerte para con la empresa. En fin, el trabajo ideal. Para cuevas and co. Swarzzenegger venderá su imagen (la de actor, que aún es menos mala que la de gobernador) por una cerrada de pavos con la efigie del Washington ese y se tumbara a la bartola, viéndose en el cine o en la tele siempre joven y lozano, y trabajando más horas que un albañil en víspera de elecciones. Y quien dice esto, vale igual para los que nos dejaron. Ojo a la vuelta de Bogart en plan total, sin pintadas a pastel ni medías tintas, a lo salvaje, con todo su arqueo de ceja sin Mocap ni leches y su Camel echando volutas gracias al Particle Flow.
El tiempo, y la caña. Saludos.