Ya que estas cosas tienen tanto éxito, pego esto, que no tiene desperdicio. Debo decir que lo vi, y que me lo creí mientras la cosa parecía tener cierta lógica. el enlace de la noticia:.
IkerClon Jiménez presentó el domingo en cuarto milenio el caso de «un.
Hombre que la unión soviética quiso apartar de la historia de un.
Plumazo». «vamos a hacerle un homenaje merecido», anunció. El misterio.
Lo había investigado Gerardo pelaez -uno de sus colaboradores en el.
Programa de cuatro- Y se ilustró con un retrato del cosmonauta Iván.
Iestochnikov en traje espacial, una fotografía con sus colegas ante el kremlin.
Y otra posterior en la que se le había borrado, entre otras imágenes.
«la pregunta es por que (se le borró), que había hecho ese hombre, por.
Qué molestaba», planteó Jiménez. «estuvo embarcado en una misión que fue.
Un fracaso estrepitoso para la urs y, lógicamente, eso no se podía dar.
A conocer», respondió pelaez. Iestochnikov era «muy conocido» en la urs.
Según los dos periodistas, y desapareció en 1968 a bordo de la soyuz.
2. Para ocultar el fracaso, fue borrado de la historia: se le eliminó.
De las fotografías, su familia fue deportada a Siberia, y sus amigos y.
Colegas, silenciados.
El caso, explicaron en cuarto milenio, salió a la luz en 1993, cuando.
Un periodista compró en una subasta de sotheby en Nueva York un lote.
Con material desclasificado procedente de la urs. «y ahí descubre este.
Hombre, que creo que se llamaba Mike arena, una fotografía con él.
Fantasma en carne y hueso, presente», puntualizó Jiménez, quien.
Concluyó: «lo cierto es que ese hombre (por el cosmonauta) no aparece en.
Las fotografías oficiales y estaba ahí». Impresionante, y falso.
Porque Iván iestochnikov es tan real como el Pato Donald.
«¿estoy alucinando. ¿todo esto me parece muy cómico.», declaró ayer a.
Este periódico Joan fontcuberta (Barcelona, 1955). Este fotógrafo juega.
Desde hace años en sus creaciones «al equívoco y la ambigüedad», y montó.
En 1997 para la fundación telefónica una instalación sobre un cosmonauta.
Con recortes de prensa, fotografías, parafernalia espacial, vídeos y la.
Historia contada en cuarto milenio. Todo parecía real, todo era falso.
El artista llegó al extremo de prestar su cara al astronauta y.
Bautizarlo con la traducción de su nombre al ruso: Iván iestochnikov.
Ayer, fontcuberta se reía. «tiendo trampas destinadas a los crédulos. No.
Esperaba que cayeran en una que tiene nueve años unos periodistas.
Profesionales, que se supone que tienen que verificar y contrastar la.
Información». Una simple búsqueda en Google revela que iestochnikov nunca.
Existió. Iker Jiménez, con quien este periódico ha intentado hablar sin éxito, se enteró de ello ayer..