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Tema: Chascarrillos e historias de ligoteo varias

  1. #1
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Bueno, motivado por el hilo de ¿cualquiera puede ligar? He decidido abrir este otro hilo en que podamos contar nuestras historias, más o menos, interesantes que han marcado un poco nuestra vida.

    Esta que os señalo ahora, es un poco larga, tened paciencia. A mi ahora me resulta graciosa, pero en su época fue traumática. Espero que este hillo vaya más en el sentido de contar anécdotas curiosas que dramas. Un saludo a todos.

    Ahí va:
    Sábado 15 de marzo de 1997.

    Parecía que iba a ser una tarde aburrida. Quedamos los de siempre excepto David (que se fue al pueblo), Andrés (que solo viene con nosotros cuando huele a chumino) y José Carlos (que no se presentó y al día siguiente apeló que estaba muy cansado). Nos reunimos en el parque para tomarnos nuestros buenos calimochos de vino tinto día y coca cola. Luego llegaron otros colegas, como el dyna (que no conocíamos, pero del que habíamos oído hablar anteriormente), el riqui (que vino con una Mountain bicicleta con la que me di un pirulo y al parar me caí estúpidamente olvidando que tenía los pies en los rastrales), el pepo y el oscarín (el ruletas).

    Algunos de ellos se iban a ir luego a un concierto de los platero y tú en la sala canciller, por lo tanto, hoy era uno de esos días fuertes. Como siempre, comenzaron a sacar el papel y a funcionar como máquinas tabacaleras. Cuando llegó el ruletas, nos enseñó unas fotografías de Ámsterdam (impresionante).

    Los caliguays siguieron rulando. Yo me puse a hablar con César, que si a lo mejor me iba a su pueblo en bici el próximo fin de semana, me dijo que sí, que allí tenía su casa, y que luego saliera por la noche. Hablamos de caídas con la bici, el dina contó unas cuantas historias suyas. El dina estaba exaltado, se bebió una botella de calimocho de 2 litros en dos tragos. Luego el dina sacó un invento suyo: la zanahoria. Era una zanahoria hueca con un pequeño agujero en la parte inferior por dónde se fumaba.

    Llevabamos un pedo aceptable, o mejor dicho, inaceptable. Nos despedimos de los del concierto y nos dirigimos hacia Alonso Martínez. En el metro yo iba totalmente desinhibido. No sé quién me dejó el famoso sonajero (sonajero de bebé que nos encontramos semanas atrás en el parque) y a un grupo de pibas que estaban sentadas se lo meneo delante suyo como si fuera un hechicero. Me miraron estupefactas como si fuera espabilados. Luego me siento en un sitio libre, frente a una pareja, un tío bien vestido, bastante mayor, y una tía mucho más joven, no muy atractiva. A mí me pareció que el era un ricachón casado y ella una prostituta barata, pero más me hizo pensar en ello cuando miro a la tía a la cara y la hago un gesto como señalando: ¿tú con él? y ella, que en ese momento no era obserbada por el hombre, me sonríe e interpreto un gesto como: ya ves lo que es la vida, pero como paga bien.

    A la salida, en el pasillo hacía las escaleras automáticas, me escondo tras una máquina expendedora y salto de repente ante unas muchachas que se asustaron. Fue muy divertido.

    Entramos en el tulun, frente a la historia SGAE. Mucha gente, todo en movimiento, sensación de marcha a tope, solo recuerdo fragmentos o pedazos, como si fuese un recuerdo tan lejano como la infancia. Me veo bajando por las escaleras hacia la planta de abajo, el queso y yo, para tomarnos un chupito.

    En la barra de abajo pedimos dos chupitos de whiskie. A mi lado había una chica morena que me pareció muy guapa, de pelo largo y alta estatura. Poco después estaba hablando con ella. Le dije, como suelo hacer, que las chicas como ella solo se fijaban en los tíos guapos, altos, fornidos, y que, por ejemplo, le gustaba el tío de la barra (en esos momentos había un chico alto, rubio y atractivo), pero ella me cortó para decirme que ese tío era espabilados. Afirmó que ella prefería el interior, o me dió a entender que prefería gente como yo, simpática y tal. Yo no me lo creía y pensaba que me estaba tomando el pelo, aunque más bien yo seguía haciéndome el mártir para seguir oyendo lo que yo quería. Seguimos discutiendo sobre ello.

    Otro flash de dicha escena es cuando le pregunto que estaba tomando y me contestó que era un afrodisíaco, así que, la chica se notaba bastante receptiva y el hielo ya lo habíamos roto, pulverizado. El siguiente flash que me viene a la memoria fue cuando le pido que me de un beso y me lo da gustosamente. Luego le propongo que le doy mi teléfono, y ella me dice que mejor que me da ella el suyo, cuando sabemos que las chicas son muy reacias a dar su teléfono al primero que encuentran, lo cual no descarta la posibilidad de que ella llevara un buen pedo encima. Total, que apunté su teléfono en mí reloj, y fíjate lo mal que iba que le digo que me voy con mis amigos, y la dejo allí solita. Lo peor no es eso, lo peor es que después me doy cuenta de que no recuerdo en absoluto su nombre. Seré espabilados.

    El queso, decimos, que está sufriendo un proceso de cambio con nosotros, un cambio que ha provocado que deje de interesarse por las mujeres, por comer como el dice, a pillarse unos pedos gordísimos cada fin de semana.

    Nos fuimos al fondo y allí me encolegé con un bakalata al que le caí bien y no dejaba de reírse mientras me daba la mano (o gesto similar) por presentarme a unas chicas que estaban al lado y que podrían ser amigas suyas o quizás no, pero había mucha luz, o poca luz, o luces de colores desdibujadas y dinámicas en un fondo irreal, y recuerdo que yo estaba completamente desinhibido, a mi bola, soltando lo que me parecía mientras chicas y chicos me acompañaban en mí cachondeo y juerga propia de un cuadro abstracto.

    Martes 18 de marzo de 1997.

    Llevo unos días pensando en la idea de llamar a la chica del sábado, pero es que, no recuerdo su nombre. Una opción que he pensado y que Oscar y. Luis (que también se pasaron esta tarde a tomar el café en mi casa) han rechazado es llamar al teléfono y explicar que tengo una agenda telefónica electrónica y que por un fallo se han borrado todos los nombres, y ahora estoy llamando a los teléfonos para conocer su dueño. De esa forma llamaba y si se ponía el padre o la madre les preguntaba su nombre y el nombre de sus hijos, y sabiendo el nombre de su hija ya todo sería mucho más fácil. La opción que me ha propuesto Oscar es la de llamar diciendo que soy del ine (instituto nacional de estadística) y preguntar por los componentes de la familia, número de hijos, edades, estudios, etc. De hecho, hicimos una prueba, y Oscar llamó a un teléfono al azar. Se puso un padre de familia que se lo tragó todo y dijo que tenía una hija y un hijo estudiando bachillerato.

    Miércoles 19 de marzo de 1997.

    Por la mañana cogí el teléfono, puse la mente en blanco, no lo pensé más y marqué el teléfono de la chica del tulun. No lo cogió nadie.

    Vino Oscar, estubimos viendo un rato la película de Terminator y decidí no ir a clase. He vuelto a llamar a esta chica, ahora, a las 7:49. Descolgaron el teléfono y pregunté por Laura, que era el nombre que más me sonaba, con la suerte de que acerté puesto que me dijeron que no estaba en casa. Pregunté que sobre qué hora vendría y me dijo el pibe que por la noche. Yo dije que llamaría mañana por la mañana.

    Jueves 20 de marzo de 1997.

    Al regresar de clase decidí, de nuevo, llamar a Laura del tulun en la cabina donde suelo cambiar de acera en la av. Filipinas. Contestó el pibe de ayer.
    --buenas noches, ¿esta Laura?
    --no, no esta.
    --¿y a que hora puedo encontrarla en casa?
    --sobre las 11:00. ¿quieres que la deje algún recado o algo?
    --bueno, dígala que me llame en cuanto llegue. --le di mi nombre y mi teléfono.

    Llegué a casa, me hice la cena, mi hermano se acostó y pasaban de las 11:00 cuando sonó el teléfono:
    --¿quién es? --dije con voz inarticulada.
    --hola, soy Laura, esta Alberto?
    --si, soy yo.--y pensé:hombre, que sorpresa¡ y dije: --.hombre, que sorpresa.
    --no sé quién eres --dijo dubitatiba.
    --ya, es normal.
    --creo que eres el chico del tulúm. --me interrumpió.
    --si, exactamente.

    Me contó que ahora mismo había salido de trabajar, había llamado a casa y la habían dicho que había llamado un chico, y entonces ella cogió el teléfono y me llamó. Yo me disculpé por no haberla llamado el domingo como habíamos quedado, pero que más valía tarde que nunca. Ella dijo que había pensado de mi que era otro chico más, un mal quedar, y que incluso sus amigas se habían reído de ella.

    La pregunté en que trabajaba y me sorprendí cuando me dijo que era modelo. Aún me sorprendí más cuando dijo que posaba desnuda para el círculo de bellas artes. Que ganaba muchas pelas, pero que era un trabajo pesado, estar muchas horas inmóvil. Me preguntó que estudiaba yo y le dije que algo relacionado con su trabajo: diseño gráfico, y entonces me contestó que podría ir un día al círculo de bellas artes y hacerla un retrato. Me recordó que el día que nos conocimos estaba celebrando su cumpleaños y cumplía 19.
    --bueno. --la dije-- te vuelvo a felicitar el cumpleaños, ahora, más seréno.
    --¿tú cuantos tenías? Diecinueve, no, veintiuno. --se autocontestó.

    Seguimos hablando del tema que hablamos el sábado, que las chicas se fijaban mucho en el físico, y ella, me pareció sincera, me dijo:
    --¿tu crees que con los modelos y los cachas que suelo ver no estaría ahora con alguno? No, yo busco algo más.
    --si, eso es lo que decís siempre, pero yo sé que no. --la contradije.
    --no sé tu a las chicas que habrás conocido, pero yo te digo que no soy como todas.
    --¿y como son todas?
    --no soy como mis amigas, por ejemplo, que solo se fijan en el físico. --me contestó seriamente.
    --hombre, eso me alegra. --hice un silencio para pensar-- supongo que, si es cierto lo que dices ahora no estaría hablando contigo por teléfono.
    --si, posiblemente. --reafirmó.

    Le pregunté indirectamente si tenía novio o salía con alguien. Me contestó que no, que había estado saliendo con un chico unos 7 meses y que lo había pasado muy mal, y que ahora no intentaba nada, que si tuviera un novio ya saldría, pero que eso no había que buscarlo.

    La dije si iba a salir esta semana santa, y me contestó que no había nada y que se iba a quedar pringando en Madrid. Entonces la dije tímidamente que si quería salir este fin de semana. Ella en seguida me contestó que sí. Yo la dije que si era bien el sábado en el tulún en el mismo lugar y a la misma hora, pero ella parecía tener otra idea mejor:
    --mañana tengo una presentación de ropa interior, con micrófono y todo eso, en Rivers.
    --¿con micrófono? ¿hablando tú? --pregunté incrédulo-- ¿y estará la prensa, radio y tv?
    --si.
    --vaya, estas echa un showman, o mejor dicho, una showoman.
    --si quieres, --continuó-- puedes ir a verme, o si quieres mejor me vienes a buscar al trabajo y me acompañas.
    --quedamos mejor a las 12:00, y cuando acabe eso vamos a tomar unas copas. ¿o tienes hora de llegar a casa?
    --no bonito, no tengo hora. ¿y tú? --me respondió.
    --no bonita, no tengo hora.
    --, ah me acuerdo que me dijiste en el tulúm que vivías solo o con un hermano. --reacciónó-- ¿o es una trola?
    --no --me puse serio-- eso no es una broma.

    Total que quedamos mañana de 12:00 a 12:15 en la puerta del Rivers, e insistió en que fuera.
    --¿vendras seguro? --insistió.
    --bueno, supongo que, sí. --dije todo chulo.
    --si no vienes te llamaré el sábado por la mañana y te mandaré a la.

    Me hizo gracia.

    También me dijo que trabajaba de go-go en la Joy slava y le conté mi aventura aquel día que fui y que el camarero tenía intenciones conmigo.

    Busqué la calle Rivers 59 donde me dijo que estaba el sitio este llamado Rivers, pero no la encontré ni en el visual map ni en la guía. Me mosqueé un poco. Ya en la cama, casi dormido, de repente me vino una iluminación, como en las películas:ya sé de que me sonaba a mi Rivers de una tarjeta de esas que te dan cuando sales de marcha y concretamente una de una chica que sale con el pecho descubierto haciéndose un tatuaje en el mismo. Efectivamente, encendí la luz, y ahí estaba la tarjeta: Rivers59 c/Fernández de los ríos 59.

    Viernes 22 de marzo de 1997.

    Quedamos en el parque como de costumbre a bebernos nuestros cutre-calimochos. Luego, estos se fueron a la cruz y yo me fui a mi cita en Rivers 59 a las 12:00.

    Llegué y no la vi en la puerta. La entrada costaba mil pelas y ya eran las 12:15. Al final me dejaron bajar, pero no la vi. Al cabo de un rato viene una chica y me saluda: era ella. Se disculpa porque tenía mucho trabajo.

    Al final resultó ser que en vez de presentar el evento la habían pedido que desfilase como modelo.

    Nos acercamos a la barra y la invité a un vodka con naranja. Hablamos bastante, y de vez en cuando venía una modelo o algún modelo o alguna diseñadora a saludarla. Más tarde, se fue al camerino a maquillarse y me dijo que saldría en un momento. Un detalle que me gustó mucho fue que me confió su mochila. Me dijo que confiaba más en mí que en la gente del camerino. Mientras tanto yo veía pasar modelos sin César. Regresó y la dije que estaba guapísima.

    Frente a nosotros estaban varias modelos superexcitantes junto a un viejo trajeado. Yo supuse que era el jefe del local y así era. Laura me dijo que era el propietario, un cabrón, un viejo verde. Hablamos más. Me dijo que yo le interesaba o algo así. Yo me elevé. Me preguntó si yo la consideraba inteligente, que pregunta.

    Ya iba a empezar el desfile y tenía que ir a los bastidores, detrás del escenario para comenzar. Me confió la bolsa, otra vez. Yo me senté junto a un tipo. Intenté entablar un contacto, para pasar el rato, charlar de tonterías. El tío tenía acento. Le dije que si era de Andalucía, pero me dijo que era alemán-iraquí. Me sorprendió. Me hice amigo del alemán-iraquí que no me paraba de escupir al hablar y de alabar a los djs que estaban mezclando las canciones en la cabina. Se emocionaba al decir que allí estaba dj petarco o dj tal o cual, y que eran buenísimos. Yo le decía, entonces, seriamente que conocía al que decía y que si quería que se lo presentase. El tío se lo creía todo.

    Y por fín, el pase de modelos. Su actuación fue espectacular. Yo me quedé completamente obnuvilado, en el éxtasis, que me salía de mi mismo pensando que la chica que estaba desfilando estaba interesada en mi. Toda la gente del local la silvaba de excitación, los djs presentadores no dejaban de elogiar entre el resto de las modelos. Sin duda ella era la mejor. Realizó varios contorneos y movimientos que hicieron estallar de júbilo a la sala. Al salir del trasfondo del escenario se acercó directamente a mi y me preguntó que la había parecido. Yo la elogié, no tuve casi palabras. Me dijo que me lo había dedicado a mí. Aunque se dio un pico con otro modelo en escena me dijo que era un guarro, y que pensó en que pensaría yo de ello. El jefe del sitio, el viejo, le propuso que el trabajo de que bailara para ella en su casa, pero dijo que no era una puta. Yo la di la mano, la felicité por su respuesta.

    La propuse de ir al twin y aceptó, se despidió de sus compañeros y nos fuimos.

    Me gasté otras mil pelas en dos entradas consumición. Yo pillé un vodka con naranja y ella quería una Fanta naranja porque decía que no estaba acostumbrada a beber, pero la dije que pidiera lo mismo que yo, que para eso habíamos pagado tanto, aunque no la obligué y la dije que pidiera lo que quisiera. Finalmente pidió lo mismo que yo, y me dijo riendo que la estaba pervirtiendo. Nos dirigimos hacia la zona oscura del fondo, la de los sillones, y nos sentamos.

    Me preguntó que pensaba de su trabajo, yo la contesté que era un trabajo como otro cualquiera, que yo no pensaba como mucha gente que eso era un trabajo indecente o algo por el estilo. Me dio la razón. Seguimos hablando, uno junto a otro, contando un poco nuestras vidas, contando ella sus secretos más inconfesables y yo mis penas más profundas. Supe claramente que Laura estaba depositando toda su confianza en mí cuando me contó dos secretos que no se van diciendo por ahí a la gente. Uno de esos secretos era el asunto de que su hermano abusó de ella cuando era pequeña. El otro era que su madre era lesbiana, noticia que ni siquiera su hermano conocía. También me dijo que sus padres estaban divorciados y que casi no conocía a su padre. Quise declararme, pero a pesar de estar con el puntillo no me atrevía. La dije que si podía hacerla una pregunta, pero luego me callé. Finalmente me giro y la miro a los ojos:
    --oye, ¿tú crees que nosotros tenemos futuro?
    Ella me entendió perfectamente. Pensó durante unos segundos, y me dijo que sí, pero que por favor no la hiciera daño.
    --¿puedo besarte? --la pregunté.
    --no hace falta que me lo preguntes.

    La besé delicada, pero apasionadamente. Fue muy hermoso.

    Yo estaba apoyado contra el respaldo y ella tumbada en el sillón, frente a mí. Tenía un piercing en la lengua y hubo un instante en que me pidió que me quedase quieto, mientras ella me acariciaba con su lengua en mí boca. Luego ella se sentó y yo me tumbé, con la cabeza en su regazo. Sencillamente inexplicable.

    Seguimos hablando, risueños, como atontados enamorados.

    Me dijo que ha ella no le gustaba el de una noche, sino salir con una persona por la que estuviese enamorada. La pregunté que pensaba del sexo, y me dijo que ya lo había probado de dos formas: estando enamorada y el sexo por el sexo, y que sin duda prefería lo primero. La pregunté si me creía guapo, me dijo con gestos que yo le gustaba por la cabeza y por el físico también. Decía que se encontraba muy a gusto conmigo. Me contó que su anterior novio la pegaba y yo la consolé y la dije que si le veía ahora mismo le metía una paliza. Se estaba bebiendo el vodka con naranja, pero comencé a notar que se ponía pedo y pensé en que no quería volver a tener una relación con una borracha como la última chica con la que estuve (tuve que ayudarla a potar, llevarla a casa en taxi, dejarla en la misma puerta de su casa y ella encima se enfrentó a mi como si quisiera violarla, ay). Le cogí lo que le quedaba lo eché en mí vaso y me lo bebí de un trago.

    La dije que me acompañara a casa a ver un cuadro al pastel que había pintado. Cogimos un taxi. En el ascensor me tropecé con un vecino que seguramente estaba pensando que hacía yo con una chica así. Abrí la puerta y pasamos al salón. Yo recogí un poco todo. Encendimos la tele, luego la apagamos. Pasamos a la terraza y le presenté al canario, ella se entusiasmaba como una niña. La llevé a mi cuarto y la enseñé el dibujo de la chica al pastel. Me preguntó sobre las fotografías y cuadros que tenía en la pared: pues esto es una fotografía en mí pueblo, ese otro es el pueblo. Luego le mostré el teclado y toqué para ella. Ella se tumbó en la cama, tenía una expresión de niña risueña, me decía que ponía cara de loco cuando tocaba, nos reíamos.

    Luego, me pidió una camiseta o una sudadera, le ofrecí mi pijama granate, me pidió que me volviera y se cambió. La pregunté si quería tomar algo, y me pidió un vaso de leche y un gelocatil. También se puso la parte de abajo del pijama. Ofrecí acostarnos en la cama, y me dió por cambiar las sabanas bajo la extrañeza de ella. Me decía, mientras yo hacía la cama, que morro que tenía ella que no me ayudaba. Hubo un momento en que me dijo algo que me sorprendió (toda la noche sorprendiéndome).
    --tienes miedo --afirmó.
    --¿Qué dices?
    --si, se nota que estas nervioso, se te nota en la mirada.
    --¿miedo a qué? --quise averiguar.
    --miedo a que te pilles conmigo y te salga mal, o algo así.

    Entonces me acerqué, la miré fijamente a los ojos y nos besamos. Decía riendo tiernamente que la había asustado esa mirada y yo la dije:
    --para que veas que no tengo miedo --aunque ciertamente yo sabía que ella tenía una parte de razón.

    Nos metimos en la cama, uno junto a otro, escuchando una cinta de esta noche cruzamos el Misisipi que había traído ella. Genial, sencillamente genial. Era como un sueño, aún mejor, todos mis deseos hechos realidad.

    Me había dicho que mañana tenía un desfile en Zaragoza y tenía que levantarse a las 10:00, pero por la mañana la intenté despertar al menos tres veces y ella me pedía que la dejara dormir un rato más. Yo la observaba. Era enternecedor. Al final se levantó sobre las once menos cuarto. Yo no dormí nada. Podíamos haber hecho el amor, pero pensé (quizás ingenuamente) que hacerlo el primer día podría ser precipitado y no quería forzar la situación.

    La preparé un café, llamó por teléfono a su amiga blanca y se aseó mientras yo tocaba el teclado en mí cuarto. Al venir me pidió perdón por haberme manchado el pijama con dentífrico, yo me senté en la cama apoyado contra la pared y ella, aún con mi pijama puesto, recostada sobre mi. No llevaba sujetador y era excitante cómo se le notaban los pezones a través de la tela.

    Seguimos hablando, más bien poco, y escuchando de nuevo la cinta del Misisipi. Decidió que mejor no iría a Zaragoza, que ya buscarían a otra chica. Me sorprendí que hiciera eso por mí.

    Me habló de que yo le había resultado interesante, porque todos los tíos entraban de la misma forma: ¿cómo te llamas? ¿estudias o trabajasí ¿Qué trabajas, posando desnuda? Pues yo soy pintor.

    Y bajo nuestro pesar, después de oír la cinta, nos levantamos, ella se agachó a recoger la ropa del suelo y no pude evitar ver su hermoso escote. Se vistió en el baño. La llevé a casa de su amiga blanca. En el metro la pregunté que me sonaba su cara, y me dijo que podría ser su boca ya que había hecho el anuncio de Danone de la boca. Le comenté sin ánimo de ofender que tenía pelo en los brazos y me comentó que una vez tuvo que depilarse el cuerpo entero, el cuerpo entero, para un desfile de ropa interior. A la salida del metro de esperanza la dejé en la boca, me despedí con un pico, y me dijo que me llamaría sobre las 4:00. Es lo mejor que me ha pasado en la vida, por fín.

    Domingo 23 de marzo de 1997. La puta.

    Ayer sábado no me llamó.

    No me llamó a las cuatro como dijo. A mí me pareció muy raro, yo sabía que algo fuerte había pasado. La estuve llamando durante el sábado y el domingo. Yo estaba preocupado.

    La llamé hoy a las nueve y pico y se puso: me contestó diferente. A continuación dijo con agresividad que todos los hombres eran unos hijos de puta, que todo era una yo percibí que algo muy gordo había pasado.

    Entonces me contó que habían abusado de ella nada más dejarla yo en la boca del metro y ella ir hacia el portal de su amiga. Ella estaba a punto de llorar, yo insistí en saber, me dijo que la había pasado lo mismo que con su hermano. Yo la pedí que confiase en mi. Me dijo llorando que porqué no la había acompañado al portal de su amiga, no como echándome la culpa sino como diciendo que porqué las cosas no habían sucedido yo acompañándola y no yéndome antes. Eso me acabó de destruir.

    Yo no podía hacer más que pedirla que confiase en mí y me llamase. Ella me dijo que la perdónase, que yo no tenía la culpa, que me cuidase y que ya me llamaría.

    Lunes 31 de marzo de 1997.

    Después de que mi hermano se fuera a trabajar llamé a Laura, pero no había nadie en casa. Estaba nervioso, no sabía que hacer, ponía la tele, la quitaba, así que, me decidí a comprar la Sound Blaster 16 PNP tvolveré a llamarla mañana. No sé cómo reaccionara. Tengo tantas cosas que podría decirla:
    Recuerdo que me dijiste que se me notaba en la mirada que tenía miedo a que me pillase contigo y saliese mal. Pues tenías razón, tenía miedo a que ocurriese algo de esto.

    Si me gustas no es solo para disfrutar y divertirnos juntos sino también en lo malo, para ayudarte, déjame ayudarte.

    Supongo que esto suena ridículo, pero es lo que ahora siento.

    Martes 1 de abril de 1997.

    Hoy casi no he dormido. Soy tonto, lo sé, pero es que, no puedo controlarme. La llamé a las 11:30, a las 12:30 y ahora, a las 2:30, pero no hay nadie en casa. No hay cosa peor que la duda. No tengo ganas de hacer nada, ni de comer, ni de ir a la autoescuela, ni de ir a clase, ni de hacer los trabajos, ni siquiera de explotar la Sound Blaster que me compré ayer. Solo quiero verla y hablar con ella.

    Jueves 10 de abril de 1997.

    Ya casi han pasado tres semanas desde la última vez que hablé con ella por teléfono y me dijo que me llamaría. No sé qué pensar, eso es lo peor. Si supiera que aquel día para ella no significó tanto como para mí y que está pasando de mi, entonces no sería tan estúpido como para seguir escribiendo esto. Pero si en verdad sintió algo especial y por cualquier razón no puede, o no se atreve, o quizás necesita más tiempo para llamar, no escatimaría esfuerzos en comunicarme con ella.

    Pienso que si a finales de mes no he hablado todavía con ella, pondré en práctica mi plan de comunicación con su amiga blanca.

    Martes 15 de abril de 1997.

    Después de comer miré el itinerario por dónde ir hasta espereranza, cogí la bicicleta y me dirigí allí. Me costó encontrar la boca de metro, pero al final la vi y me paré. Recordé aquel mediodía que allí mismo la vi por última vez. Luego cogí el número y calle del portal de su amiga blanca (donde había sido violada) y me largué.

    Fuí a casa de mis primos y mi primo Jesús me había apuntado en una lista todos los teléfonos y sus nombres de la calle y el número que le di y que buscó en una antigua guía telefónica del año 83/84 que venía por calles.

    Jueves 24 de abril de 1997. El plan.

    Después de comer cogí la bici, me fui al retiro, volví, mi hermano bajaba con su bici, yo subí a por un bolígrafo y un papel, y me fui directo al portal donde vivía blanca, la amiga de Laura. Me daba mucho palo, pero por mis huevos que lo hacía, así que, llegué allí, encadené tranquilamente la bici, y pregunté a una pareja que estaba sentada frente al portal si eran de aquel edificio, me dijeron que no, pulsé un botón cualquiera, dije lo de cartero comercial y la mujer, aunque me dijo que no podía dejar pasar a nadie me abrió. Entré en el portal, portal oscuro y bien cuidado, giré a la derecha y vi frente a mí un panel de buzones. Comencé a mirar los nombres sin percatarme del portero que estaba como en una cabina a mi derecha. El portero en seguida me preguntó a quién buscaba, yo le dije que ha una chica llamada blanca, de mi edad. Al principio no recordó, y me nombró una blanca, pero que no era joven. Le pedí que me dejara ver los nombres de los buzones, y cuando estoy en ello el hombre se acuerda y me dice entonces que probablemente se tratara de una chica que vivía en el 1º d, yo entonces busco el buzón de esa puerta y copio los apellidos de la familia. Una vez en casa, comparo los apellidos de la familia de blanca con los de la lista que me suministró mi primo y encuentro el número de teléfono. Ahora solo queda llamar.

    Sábado 26 de abril de 1997.

    Acabo de llamar a blanca, la amiga de Laura. La llamada se resume así:
    --mira, hace más o menos un mes conocí a Laura en la barra del tulúm y bueno, el fin de semana siguiente quedamos en Rivers59, la vi desfilar, decidimos salir juntos y tal, y al día siguiente, supongo que, sabes lo que paso ¿no?
    --no, ¿Qué pasó?
    --si eres su mejor amiga sabrás lo que pasó. --respondí yo.

    Ella pareció darse cuenta y afirmó, yo continué mi explicación.
    --sé que es un asunto delicado, pero yo no me perdónaría olvidarla sin saber antes que ha pasado, ella quedó en llamarme y.
    --no te ha llamado --me interrumpío.
    --exacto, y llevo llamándola un mes a su casa y no contesta nadie.
    --ya, es que ha cortado el teléfono --me explicó ella.
    --no sé si te ha hablado de mi o no, pero yo necesito saber de ella, y perdona por todo esto porque la verdad es que no te conozco ni tú a mí tampoco y estarás diciendo: este chaval me está contando su vida y no le conozco de nada --me justifiqué.
    --lo siento chaval, pero Laura no me ha hablado nada de ti. --me planchó.

    Yo continué hablando como hasta ahora, serio, firme y tranquilo. Ella entonces me informó de la clase de persona que era Laura.
    --pues no te creas nada de ella, todo es mentira, a todo el mundo le ha contado eso y unas veces dice que fue el viernes y otras veces que fue el sábado, hasta yo, que la conozco, me lo tragué todo. Sé que es muy fuerte, pero, yo a Laura la conozco desde hace mucho tiempo y es una chica problemática, yo creo que está enferma, lo que hace no es normal.
    --pero tú a una persona en seguida le notas si te está mintiendo o no, y aquel domingo me dijo llorando que habían abusado de ella en el portal de su amiga, no lo entiendo. --no me lo podía creer.
    --vaya, te dijo que había sido en mí portal el sábado --se sorprendió ella-- a mí me dijo que había sido el viernes en Moncloa a las 5:00. Es así, esa chica tiene muchos problemas.
    --joder --me quedé en silencio desconcertado.

    Blanca parecía (solo parecía porque no te puedes fiar de nadie), parecía que hablaba con seguridad y sinceridad (esta palabra no existe).
    --¿y cómo se que tú no me estas mintiendo ahora? --la dije yo.
    --yo no tengo nada que ganar con mentirte, tú mismo.

    A medida que seguiamos hablando, blanca se daba cuenta progresivamente de quién era, me dijo que si yo era el del teclado, que Laura le había comentado algo de eso. Yo para calmar la situación hablamos de que ella se había comprado un teclado, le gustaba la música, yo le dije que me había gastado mis ahorros de toda la vida en el teclado, y tal.

    Le dije que me gustaría hablar más con ella, que hablase con Laura y luego me llamara, le di mi teléfono y aceptó sin compromiso. Yo la confesé que había estado todo el mes llamando a Laura, que yo estaba muy pillado por ella, que todo esto era muy fuerte, que perdónase por la forma en que había buscado su teléfono y entrado en el portal viendo los buzones y todo eso, joder es increíble. ¿cómo puede ser posible que me dijera todas esas cosas de esa manera con esa sangre fría? ¿cómo una persona puede hacer tanto daño?
    Esta vez me tocó la loca.

  2. #2
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Y no hay más? Como sigue? Se acaba así? La verdad es que la hiestorioa, seria bonita si acabara bien, pero mucho me temo que acaba mal.

    Me he quedado con la cosa de saber finalmente que pasa.

    Por cierto, buena narración.

  3. #3
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Diego, nos estas diciendo que leíste todo el mensaje?
    Hombre, que paciencia.
    visualize

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  4. #4
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    Haz un resumen, Diego.
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  5. #5
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Vaya, lo sabía, es muy difícil de leer, sobre todo cuando ves todo el tocho que es. Lo siento, pero no hay otra forma de explicarlo. Es muchas ocasiones los detalles son lo más importante. Gracias Diego por leerlo. Y sí, terminó así. Sencillamente así.

  6. #6
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Venga, si gana el chiquilicuatre me lo leo. Aunque sólo sea por esta frase que me ha saltado a los ojos:
    no llevaba sujetador y era excitante cómo se le notaban los pezones a través de la tela .
    [I]This sign intentionally left blank[/I

  7. #7
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Y excelente argumento. Me ha encantado.

  8. #8
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    Vaya, Molok, que buen resumen de la historia. Mars, para mí es un honor que te haya gustado, el maestro de las letras, el vigilante de la ortografía, el amo de la prosa. ( a ver si nos vemos en alguna quedada, que tengo ganas de conocerte).

  9. #9
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Muy interesante la historia. ¿De verdad existe gente así?
    Vale mucho más morir intentándolo que vivir toda tu vida lamentándolo.

    In pursuit of a dream (Animation Mentor, dibujos y otras cosillas)

  10. #10
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Pues sí, me lo he leído entero, si Acortes se ha molestado en escribirlo, pues se ve que no es un copy/paste, yo me podía molestar en leerlo.

    Sigo pensando que tiene que haber más historia, no sé, ¿hablaste con ella? O desapareció de la faz de la tierra? Me cuesta creer que haya mujeres así, por que si son unas hijasde****, pues vale lo son y ya está, luego las hay normales y en fin, lo que describes es realmente de ser, o bien mala persona, o estar mal emntalmente, una de dos.

    Realmente a mí no se me ha hecho nada pesado, ubicas muy bien el tiempo, la situación, y el ambiente en que te mueves, y cada vez omites más detalles para centrarte más en la historia, olvidándote por completo del entorno y centrándote en el personaje.

    Como resumen (para los más vagos) diré que es la típica historia de: chica se fija en chico normal, este ni se lo cree, parece que todo es maravilloso, y por azares del destino o alineaciones cósmico-planetarias, la historia, cual pompa de jabón, estalla delante de las narices del protagonista, dejándole un panorama que ni entiende ni puede entender.

  11. #11
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Para mí que no cuenta más porque al final se lió con la blanca esa y no nos lo quiere decir.
    Vale mucho más morir intentándolo que vivir toda tu vida lamentándolo.

    In pursuit of a dream (Animation Mentor, dibujos y otras cosillas)

  12. #12
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Como resumen (para los más vagos) diré que es la típica historia de: chica se fija en chico normal, este ni se lo cree, parece que todo es maravilloso, y por azares del destino o alineaciones cósmico-planetarias, la historia, cual pompa de jabón, estalla delante de las narices del protagonista, dejándole un panorama que ni entiende ni puede entender.
    Mejor resumido imposible.
    Para mí que no cuenta más porque al final se lió con la blanca esa y no nos lo quiere decir.
    Que no, que no hay nada más, pesados, la historia termina ahí, y la blanca tampoco llegué a conocerla, lástima (aunque si esta tan loca como la otra.

  13. #13
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    Jun 2006
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    467

    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Pues sí, me lo he leído entero, si Acortes se ha molestado en escribirlo, pues se ve que no es un copy/paste, yo me podía molestar en leerlo.
    A pesar de que no suelo leer el tipo de historias que me imagine que era con las dos primeras líneas (porque luego me quedo como el culo, Diego me ha hecho sentir un mal bicho por el chiste que hice antes.

    So.

    Me lo leí entero.

    Dicho y hecho, me quedo como el culo.

    Hay gentes así Acortes, también hay gentes que tenemos imanes para esa gente.
    (O nos vende la cara?
    visualize

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    hablar de 3d en un foro de 3d es de novatos

  14. #14
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Bueno, acabo de llegar y también me lo he leído entero. Siento ser tan cruda Acortes (sobre todo porque la tenías muy idealizada), pero menuda desequilibrada. Huye de ese tipo de gente.
    SI EL GIZMO TE "DESAPARECE" DEL MAX DALE A LA X

    Respuesta para a los que nadie contesta

  15. #15
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    Chascarrillos e historias de ligoteo varias

    Bueno, después de leer los comentarios posteriores me he animado a leer tu relato, aunque sea en diagonal y nada más leer que: posaba de modelo y nada más conocerte ya te invitaba a verla desnuda, había sufrido abusos de su hermano y su madre era lesbiana, ya tenía sospechas de que la chica no andaría muy bien del tarro, pero con lo del cuento de la violación justo al dejarla tú, vamos, sería el colmo de la mala suerte si fuera verdad.

    Seguro que es una de esas que piensa que todos los tíos quieren acostarse con ella y si no consigue seducirlos a todos, se lo inventa e incluso se lo cree.

    Por lo menos con toda esa historia seguro que has aprendido algo y la próxima vez que una chica te cuente tanto drama seguido, se te encenderá la alarma (y lo mismo para los valientes que se atrevan a leer tu relato).

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