AMSL Aero ha establecido una colaboración con Conflux Technology para crear sistemas de refrigeración destinados a las celdas de combustible de hidrógeno en su aeronave Vertiia. Este proyecto busca permitir que el avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical alcance autonomías de hasta 1.000 kilómetros volando a 300 km/h. Los primeros vuelos libres de prueba se realizaron a finales de 2023, representando un hito importante para la aviación australiana.


Tecnología de refrigeración inspirada en la Fórmula 1

La cooperación aprovecha la experiencia de Conflux Technology en sistemas de refrigeración para motores de competición. La primera fase del proyecto ha desarrollado tres conceptos de intercambiadores de calor diseñados para reducir peso y volumen mientras gestionan cargas térmicas continuas durante el vuelo. Actualmente se avanza hacia una segunda fase centrada en optimizar y fabricar un prototipo funcional para integrarlo al sistema de celdas de combustible.

Retos técnicos del diseño aeronáutico

La solución de refrigeración está específicamente diseñada para manejar altas cargas térmicas transitorias durante las maniobras de despegue vertical, aterrizaje y vuelo estacionario. Según los responsables del proyecto, esta tecnología resulta crucial para el rendimiento de las celdas de combustible de hidrógeno, que se perfilan como alternativa sostenible para la aviación del futuro.

Fabricación aditiva para componentes ligeros

El sistema emplea manufactura aditiva para producir intercambiadores de calor ultraligeros que se adaptan al espacio disponible en la aeronave. AMSL Aero planea realizar los primeros vuelos con propulsión de hidrógeno eléctrico este mismo año, utilizando esta innovadora tecnología de refrigeración. Este avance acerca a la compañía a su objetivo de crear el primer avión de pasajeros de gran autonomía con capacidad VTOL propulsado por hidrógeno.

Fuente: urbanairmobilitynews.com