No hace falta que un tsunami entre por la ventana del estudio para que el cambio climático te afecte. Aunque suene más a guion de película de catástrofes, lo cierto es que sus efectos ya se notan cada día, incluso mientras renderizas, modelas o ajustas capas en Photoshop. No salen en los noticiarios, pero ahí están, como ese plugin que instalaste hace meses y no sabes cómo desactivar.

Precios que suben más que los FPS de una RTX

La inflación es como un bug global que el cambio climático está ayudando a alimentar. Según estudios recientes, el calor constante no solo las olas extremas está haciendo que los precios suban. Y sí, eso también incluye la comida del menú del estudio y hasta los componentes del PC. Los que vivimos cerca del ecuador lo sentimos más, porque el calor aquí no es visita, es inquilino fijo.


El aire acondicionado ya es parte del setup

Lo que antes era poner el ventilador ahora es invertir en un split sí o sí. Ciudades que nunca necesitaron refrigeración ahora lo consideran imprescindible. El problema es el gasto energético sube como si hicieras render por CPU sin querer. Y eso no solo encarece la factura, sino que mete presión a las redes eléctricas, generando más emisiones. Todo muy circular, pero no en el buen sentido.

Dormir mal, producir peor

¿No dormiste bien anoche? No siempre es culpa del deadline. Las noches cálidas están arruinando el descanso de millones de personas, según datos de estudios internacionales. Y ya sabemos: un artista sin sueño es como una tableta gráfica sin stylus. Si el clima sigue este ritmo, vamos a tener que modelar o editar bajo los efectos del bostezo crónico.

Más contaminación, menos aire limpio para pensar

El aire contaminado no solo estropea los pulmones, también el ánimo. El calor aumenta la concentración de partículas dañinas, y en zonas sin buena ventilación esto es un combo letal. Encima, los picos de demanda energética hacen que se activen las centrales más contaminantes. O sea, no solo pagamos más, también respiramos peor. Ideal para una sesión de inspiración, ¿verdad?

Alergias + calor = creatividad con pañuelos

El polen anda en modo DLC extendido gracias al cambio climático. Las temporadas de alergias duran más y traen más carga que nunca. Si ya es difícil concentrarse con una fecha de entrega encima, sumale estornudos, ojos llorosos y el doble de tisúes. Vamos a tener que incluir “batalla contra el polen” como parte del proceso creativo.


Transportes con más carga... de paciencia

Si viajas a eventos, ferias, cursos o reuniones presenciales, prepárate, el clima también complica los trayectos. Las inundaciones, los retrasos por tormentas y la turbulencia extra son cada vez más frecuentes. No todo es apocalipsis, pero sí es menos tiempo útil y más horas de espera mirando a la nada en una terminal.

El cambio está en todos lados, incluso donde no lo ves

Aunque no trabajemos en meteorología, los creativos no estamos aislados del clima. Lo que afecta el día a día —energía, descanso, salud, transporte— también se cuela en nuestros flujos de trabajo. Y si bien no podemos rediseñar el clima (todavía), sí podemos entender cómo nos afecta y adaptarnos.

Porque aunque el cambio climático no renderiza, sí compila.