Claro. Opiniones, como colores. Esa es parte de la magia que tiene el cine. Personalmente, de Shrek no me gustó la copia descarada de chistes, referencias y demás. De Madagascar, en cambio, fue la falta de gracia que tiene el conjunto ya que, ni a mi ni a mis colegas, consiguió sacarnos una sonrisa a lo largo de todo el metraje.