Pues la chica ya estaba perfecta, pero, siempre se puede buscar la perfección de la perfección. Que no tienes excusa vamos. Como no te va apetecer hacer algo nuevo, con el placer que se experimenta al terminar una obra (eso sí, para los que estamos aprendiendo ese placer suele convertirse en frustración).
Venga, ánimo y que la inspiración te pille trabajando.