La afirmación de que Jesús estuvo en la roma de tiberio y se sentó en las gradas del coliseo demuestra varias cosas:
1- Que al abordar temas históricos el tal Benítez se preocupa menos por la documentación que los guionistas de Hollywood: si se hubiera tomado el trabajo de buscar un mínimo de información sabría que al coliseo también se lo llama anfiteatro Flavio porque lo construyó un emperador de la dinastía flavia [vespasiano, según creo, o su hijo tito] y que por lo tanto no existía en tiempos de tiberio. Y estos conocimientos no son díficiles de hallar, basta consultar cualquier manual de historia para escolares de enseñanza media, una enciclopedia o el diccionario pequeño larousse ilustrado.
Si no se molestó en buscar una información que estaba tan a la mano y al alcance de cualquiera que, a falta de diccionarios o enciclopedias, tenga hijos o sobrinos en edad escolar ¿por qué vamos a creer que se tomó el esfuerzo de documentarse sobre los egipcios, la isla de pascua o el programa Apollo?
2- Afirmar que Jesús se sentó en las gradas del coliseo implica decir que fue a presenciar luchas de gladiadores. Los gladiadores, como sabe cualquiera que tenga a mano las fuentes de información que mencioné en el párrafo anterior, eran unos sujetos que peleaban a muerte con espadas o tridentes. Es decir, Benítez nos está diciendo el fundador de una religión que supuestamente promueve la paz y el amor disfrutaba viendo como los gladiadores se tajeaban o pinchaban unos a otros.
¿Y la iglesia española que opina de esto? ¿salieron a desmentirlo con el mismo celo que pusieron en enfrentar a la última tentación de cristo o el código Da Vinci? ¿o el concepto de un Jesús que disfruta de espectáculos sanguinarios les parece mernos chocante que la idea de un Jesús casado y/o teniendo relaciones sexuales con María magdalena?