Gracias. Por cierto, a pesar del escepticismo de algunos, el Ars mágica existe y esto es tan cierto como que se lo compré a un librero en la zona vieja por trescientas cincuenta pesetas. En realidad, le compré un lote entero de libros casi al peso y, aunque en el momento me parecieron interesantes no fue hasta más tarde, ya en casa, cuando me di cuenta de que era lo que había comprado. Entendámonos, el estado de la mayor parte de los volúmenes era poco menos que lamentable, algunas hojas se me deshacían entre las manos al intentar pasarlas y en muchas la letra era ilegible. Aun así, con el tiempo y a ratos muertos he ido recopilando datos de aquí y de, allá, y una vez que me encontré con Martiño y me habló de su proyecto pensé que sería una buena oportunidad para aprovechar todo ese material y ofrecerlo al público bajo la apariencia de una ficción. Ciertas verdades desafían de tal manera nuestra concepción de la realidad que no pueden ser reveladas como tales.