El capitalismo y el dinero os ha comido el alma y el discernimiento, luego os quejaréis de que este mundo es un asco y demás, pero ole los cojones de aquel que vende su alma, su virginidad, su culo, su lo que sea, por pasta, no veis la contradicción? Aquí no es tema de moral, ni de ética, sino de que, allá donde haya dinero de por medio, no cabe la reflexión. Yo no soy una cosa, así que, no me vendo, el dinero es el problema de este mundo, y por, la verdad, no me cambio.
Lo que no puedo creer es que de verdad no os paréis a pensar en las consecuencias que puede tener para el desarrollo de una persona la venta de su virginidad, no es sólo un polvo, es la entrada a tu vida sexual, aquí mucho hablar, pero ya me gustaría a mí ver que opináis si hubierais hecho lo mismo, o dónde estaríais, en fín. Está claro que todo esto es hablar por hablar.