Un poco de futurología de la mía:
Dentro de unas décadas nadie tendrá programas en sus ordenadores, de hecho, no tendremos ordenadores de uso general como ahora, sino que tendremos terminales y los programas se ejecutaran remotamente en super-ordenadores a nivel mundial y por lo tanto no compraremos programas, compraremos el tiempo de uso de los mismos, sus resultados.
Fin de la transmisión.