Lo mejor de este mundo es. O. Ser papa con millones de fieles que te adoran y te consideran un santo. O. Ser político con bolsa de votantes forofos que te adoran y te consideran un santo.
Y de ahí para abajo, somos malditos.
Yo quisiera ser Zapatero para que me adoréis unos.
O ser Rajoy para que me adoréis los otros.
Ser adorado y defendido hasta la nausea.
Sin acritud, eh.
Algún capullo tiene que haber que piense que Zapatero y Rajoy son dos melones.