El sueño de Eva", ZBrush, Adobe Photoshop.
Eva sueña, sueña en el mundo primigenio. Sueña con la manzana real, con la manzana.
¿Cuántos secretos le aguardan? ¿Cuántas maravillas por descubrir?
Eva sueña con las nubes sonrosadas y con el agua cristalina de los ríos.
Esa manzana y la forma ectoplásmica que emerge, sonríe y sonríe su sueño.
Forma básica, incomprensible, brota el filamento metálico, brota la manzana, brota la forma, mutada como un fuego de Prometeo accesible.
Eva quiere regalar su sueño, compartir su manzana.
El hombre ha aceptado su regalo, y al principio ve conocimiento, ve el camino hacia atrás, ve posibilidades, ahora solo ve tecnología, ve control, ve poder, ve dominio, ya no se ve a sí mismo.
Porque no tiene nada que mirar.
O tal vez no sea un hombre, quizás sea el instigador, el señor de la forma. La forma misma.
Eva sonríe y sonríe su sueño, ajena.