Estas son algunas soluciones que podrían ayudarte a lograr el resultado que buscas en tu simulación en Blender:
Asegúrate de que la resolución de la simulación sea lo suficientemente alta para capturar los detalles de la interacción entre el objeto y el fluido. Si la resolución es demasiado baja, es posible que el fluido se resbale del objeto.
Prueba a aumentar la fricción del objeto para que el fluido tenga más probabilidades de adherirse a él. También puedes experimentar con otras propiedades, como la viscosidad, para lograr un efecto de adhesión más fuerte.
Considera la posibilidad de utilizar un campo de fuerza para guiar el fluido hacia el objeto. Por ejemplo, puedes crear un campo de fuerza que empuje el fluido hacia el objeto o que lo atraiga hacia él.
Otra opción es utilizar partículas para simular el fluido en lugar de un simulador de fluidos. Esto te permitiría tener un mayor control sobre cómo el fluido interactúa con el objeto.
Por último, puedes probar diferentes métodos de renderizado para ver si algún otro motor de renderizado te ofrece el resultado deseado. Por ejemplo, puedes probar con el motor de renderizado Cycles en lugar del motor de renderizado predeterminado de Blender, Eevee.
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