Me ha pasado esta tarde. Una situación habitual: vas con el coche por una calle de un solo carril y, un sitio. Como suele pasar, mientras avanzo un poco para entrar de culo, el coche de atrás, por cortesía, frena y deja un espacio. Antes de meter la marcha atrás ya se ha formado una cola considerable.
Pues en estas andaba yo girándome para mirar hacia atrás -no cálculo bien la distancia usando los espejos retrovisores- Cuando me ha venido a la memoria (en plan flasbac) algo que leí tiempo atrás:
fue durante un amago de interés por la infografía que me dió hace ya unos cuantos años: estuve leyendo, no recuerdo donde, una especie de guía de iniciación al 3d. El primer consejo que daban era que, antes de empezar, la forma de saber si uno servia para esto del 3d era que te fijases en tu pericia a la hora de aparcar el coche. La explicación tenía algo que ver con el modo en que percibimos el espacio, los volúmenes y las distancias.
Si encajas el vehículo como una exhalación, entrando en tromba y de trompa como un tiburón. Si te apropias del preciado trozo de asfalto en una vertiginosa y única maniobra. Si lo aparcas hasta de canto. El 3d es lo tuyo, tienes ventaja genética. Pronto los estudios se te rifaran y compartirás gloria con otros grandes de las imágenes generadas por ordenador.
Si por el contrario aparcas para atrás como las abuelas. Te subes a la acera y te toca volver a salir. Cambias los pilotos con más frecuencia que de ropa interior y aparcas de oído. El 3d no es lo tuyo, ni lo intentes, dedícate a otra cosa, como trabajar en un Mac donalds..
Me han sacado de esta ensoñación los pitidos de los coches de la cola, eso y el golpe en el parachoques.