No es por aguarte la fiesta, pero el Maya da infinidad de problemas de video en Linux, incluso los visores llegan a ir más lentos, por lo menos a mí, y mis equipos están certificados para Linux, con lo cual tengo todo tipo de drivers, y es exactamente igual de estable que en XP.
Solo haz una encuesta, aquí mismo, cuantos trabajan profesionalmente en Linux y cuantos en Windows. Ni estos en contra de Linux ni a favor de Windows solo digo la realidad, que haya mucha gente trabajando en Linux, bien, que hay un porcentaje astronomico trabajando en Windows, seguro. Otra cosa, el Maya tiene versión 64 bits para Linux y para Windows, me gustaría ver el tiempo de render de ambos, antes había una página llamada
www.esmaya.es creo que aún existe, pero se marchó mucha gente de ella y ahora no sé lo que será, allí se comentó muchas veces esta discusión, y siempre se llegaba a lo mismo, problemas en Linux y en Windows, y Nvidia no apoya al 100% sus drivers en Linux ni los optimiza igual que en Windows, puede que de entonces ahora haya cambiado algo la cosa, pero lo dudo.
Además, no quiero que esto se convierta en un debate Windows vs Linux, sino el asunto de los 64 bits y que futuro nos espera.
En el campo de los procesadores esta claro, menos MHz y más Cores, para eso han de programar en multi-ilo o hacer un so que divida en bajo nivel los ilos que puedan dividirse, o será un paso atrás para muchas aplicaciones.
El ejemplo más claro está en que en agosto del año pasado compré mi equipo, hasta ahora no hay procesador más potente, en términos generales sí, el Quad Core a 3ghz, pero en rendimiento mono-núcleo es exactamente igual al mío, con lo cual no han avanzado, cualquier programa a excepción de renders irán igual de rápido, solo cuando use el multi-ilo se verá la ventaja del Quad frente al Dual Core y de eso ya ha pasado más de un año, el octocore que se espera creo que saldrá a 2 o 2.2 Ghz, o sea que aún más lento y todos sabemos que cuantos más Cores la escalabilidad es peor, o sea que de 8 Cores puede que solo se rinda como 6.